Las labores de demolición del edificio del cabaret Montmartre, que acogiera luego durante más de una década al popular restaurante Moscú en el Vedado, La Habana, comenzaron recientemente, con el posible fin de levantar una instalación turística en la céntrica ubicación capitalina.
“El edificio del cabaret Montmartre, que durante años fuera el popular restaurante Moscú, ha comenzado a pasar a la historia arquitectónica de la ciudad a golpes de picota mecánica”, expuso en redes sociales el profesor de la Universidad de La Habana, Reinaldo Manuel Sánchez.
“Rodeado de un muro metálico que cierra la calle P salvo un pasillo en la acera de enfrente, irá desapareciendo poco a poco dejándonos una mezcla de sentimientos”, agregó.
Por su parte, el profesor y crítico de cine Gustavo Arcos habló de “una misteriosa conexión cósmica” acerca de las circunstancias en que se demuele la construcción.
“¿Estoy desvariando o aquí existe una misteriosa conexión cósmica? El Restaurante Moscú se inauguró el 13 de agosto de 1974, en pleno auge de las relaciones con la URSS”, apuntó el intelectual.
“Se incendió una noche de febrero del año 1990 cuando ese país apenas subsistía. Intocables quedaron sus ruinas por espacio de treinta dos años. Hace pocas semanas finalmente comenzó su demolición para ser levantado allí, un hotel. No sé, pero aquí hay extraños símbolos y demasiadas coincidencias”, expresó.
Los datos señalan que el edificio, ubicado en la Calle P entre Humboldt y 23, fue devastado por el fuego en 1989. Desde aquellas fechas se mantenía en el total abandono, pese a encontrarse en una de las direcciones más transitadas de la capital cubana.
El restaurante adquirió gran popularidad, convirtiéndose en un lugar de asiduas visitas. Al local lo caracterizaba su llamativa decoración, así como la calidad y variedad de la oferta gastronómica y el servicio.
Antes de que la revolución de Fidel Castro lo transformara en restaurante, el inmueble era conocido por ser la sede del Cabaret Montmartre, considerado el más francés de los cabarets-casinos de la isla en las décadas del 40 y 50, del siglo XX.
En febrero pasado, medios oficialistas indicaron que el proceso de desmantelar el edificio abarcaría cinco meses a partir de ese entonces. Jorge Luis Rodríguez, inversionista del proyecto, declaró que estaban concluyendo la etapa de preparación técnica para demoler la construcción, aunque sin precisar una fecha sobre tal operación.
Desde hace años, los habaneros se preguntaban por el futuro de la construcción que permanecía con una imagen deplorable ante los transeúntes. La señalización de “Hotel en Construcción” vino a despejar las dudas. Luego las autoridades cerraron las calles que rodeaban el inmueble para empezar la demolición.
El Grupo Hotelero Gran Caribe se ocupaba de las labores. Presuntamente, la noticia trajo discrepancias con el conglomerado militar GAESA, que administra al grupo turístico Gaviota y gran parte de las actividades económicas más importantes del país, entre ellas, la del comercio en Moneda Libremente Convertible (MLC).
Lo cierto es que hoy todavía existe secretismo y una nebulosa en cuanto al futuro de la construcción. Funcionarios del Ministerio de Turismo y del Gobierno Municipal de Plaza comentaron que “todavía no existe un proyecto aprobado ni se ha asignado la parcela de manera oficial”.
El gobierno cubano ha enfrentado un desplome significativo del turismo internacional ante la pandemia del coronavirus, uno de los renglones que mayores ingresos le generaba. Sin embargo, la cúpula del régimen sigue apostando a la recepción de visitantes internacionales como tabla de salvación a la depauperada economía.
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