El 1 de septiembre apareció vandalizado en La Habana un mural dedicado al reguetonero cubano José Manuel Carvajal Zaldívar, conocido como El Taiger, asesinado en octubre de 2024 en Estados Unidos. La obra, emplazada en la intersección de 51 y 88, en Marianao, mostraba al cantante retirándose unos audífonos, gesto que su autor, el artista visual Arley Valdés, definió como un símbolo de despedida.
En imágenes compartidas a Periódico Cubano se observa la intervención: las siglas vinculadas a un grupo supremacista estadounidense del siglo XIX fueron pintadas tres veces sobre el retrato. Hasta el momento, las autoridades cubanas no se han pronunciado, aunque la carga simbólica de las iniciales despierta preocupación por su posible interpretación como mensaje de hostilidad o provocación social.
El mural había sido creado en octubre de 2024, pocos días después de la conmoción que provocó la noticia del asesinato del intérprete de La historia. Desde entonces se había convertido en un espacio de memoria colectiva, donde admiradores acudían a dejar flores, mensajes y fotografías. La alteración de la obra amenaza con borrar ese carácter de tributo y ha generado indignación entre seguidores del artista.
Valdés empleó la técnica de aerografía con aerosoles para lograr un efecto realista en la pintura. Su intención, explicó en su momento, era capturar un instante íntimo, como si El Taiger se despidiera de la música y de su público. No se sabe aún si el mural será restaurado o si surgirán iniciativas ciudadanas para su recuperación.
El hecho ocurre en un contexto donde el grafiti y los murales en Cuba funcionan tanto como homenajes como espacios de protesta. En diferentes puntos del país, expresiones urbanas han sido borradas de inmediato por las autoridades, mientras que otras, como la pieza dedicada a El Taiger, habían logrado consolidarse como símbolos culturales.
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