En Cuba es cada vez más común ver extensas filas de jubilados esperando durante horas, e incluso días, para poder cobrar sus pensiones. Esta situación, que se ha vuelto parte del paisaje habitual en muchas ciudades del país, refleja una serie de problemas estructurales que afectan directamente a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad: los adultos mayores.
Las causas principales de este fenómeno incluyen la falta de efectivo en bancos y oficinas de correos, el mal funcionamiento de los cajeros automáticos y los cortes frecuentes de electricidad.
La escasez de efectivo es quizás el problema más recurrente. Las instituciones encargadas de distribuir los pagos, como bancos estatales y oficinas de correos, no cuentan con suficiente dinero en efectivo para satisfacer la demanda de los jubilados.
Esto obliga a muchas personas mayores a acudir repetidamente, en distintos días, con la esperanza de que haya dinero disponible. A menudo deben madrugar para ser de los primeros en la cola, aun sabiendo que no hay garantía de que podrán cobrar ese día.
Además, los cajeros automáticos, que podrían representar una alternativa para evitar las largas esperas, presentan serias limitaciones. Muchos de estos equipos están fuera de servicio debido a fallos técnicos o por los frecuentes cortes eléctricos que afectan a buena parte del país. Cuando están operativos, se forman largas filas y, en muchos casos, el efectivo disponible en los cajeros se agota rápidamente, dejando a muchas personas sin poder retirar su dinero.
Los cortes de electricidad, que han aumentado en frecuencia e intensidad, agravan aún más la situación. No solo afectan directamente el funcionamiento de los cajeros automáticos, sino que también dificultan el trabajo de las instituciones bancarias. Sin electricidad, los sistemas informáticos no pueden operar correctamente, lo que retrasa o impide por completo el procesamiento de pagos.
Estas demoras prolongadas tienen un impacto considerable en la vida diaria de los jubilados, los mismos que lo dieron todo por ese sistema social en bancarota. Muchos de ellos dependen exclusivamente de sus pensiones para cubrir gastos básicos como alimentos, medicamentos y transporte.
Dado que las pensiones en Cuba son generalmente bajas, cualquier retraso en el cobro puede poner en riesgo la salud y el bienestar de estas personas. Además, el esfuerzo físico de hacer cola durante horas, muchas veces bajo el sol, representa un riesgo adicional para la salud de los adultos mayores.
En definitiva, la situación de los jubilados cubanos al intentar cobrar sus pensiones es un reflejo de problemas más amplios dentro del sistema económico y de servicios del país. Sin soluciones estructurales que garanticen la disponibilidad de efectivo, el mantenimiento adecuado de los cajeros automáticos y un suministro eléctrico más estable, estas escenas de largas colas y frustración seguirán siendo parte de la realidad cotidiana de miles de ancianos cubanos.
Buscar
Razona
ChatGPT puede cometer errores. Comprueba la información importante.
?
Otaola apoya idea de Donald Trump de pagar boleto y dar estipendio a quien se autodeporte
Hace 1 día
Donald Trump lamenta la muerte del Papa Francisco: “Descanse en paz. Que Dios le bendiga”
Hace 1 día