Las históricas inundaciones que devastaron el centro de Texas han dejado un saldo desgarrador: al menos 25 personas fallecidas y 23 niñas desaparecidas tras el colapso del campamento cristiano Mystic, ubicado a orillas del río Guadalupe, en el condado de Kerr. Las autoridades han calificado el desastre como “una de las peores emergencias hídricas en la historia reciente del estado”.
Todo comenzó en la madrugada del 3 de julio, cuando lluvias intensas —entre 15 y 30 centímetros— azotaron la región en apenas 45 minutos. Esto provocó una crecida súbita del río Guadalupe que alcanzó más de ocho metros de altura en menos de una hora. La furia del agua arrasó cabañas, caminos y zonas de reunión del campamento, sorprendiendo a decenas de niñas y monitores mientras dormían.
“Las niñas gritaban por ayuda mientras eran arrastradas por la corriente. Fue un caos total”, relató uno de los rescatistas desplegados en la zona. Hasta ahora, las autoridades estatales han confirmado que 237 personas fueron rescatadas —167 de ellas por helicóptero—, pero la angustia crece en torno a las 23 niñas que siguen desaparecidas. Entre ellas, al menos dos menores de nacionalidad mexicana fueron halladas con vida, lo que renueva las esperanzas.
La respuesta ha sido inmediata y masiva. El gobernador Greg Abbott declaró el estado de desastre en varios condados y movilizó más de 1 000 efectivos, drones, embarcaciones y 14 helicópteros para las operaciones de búsqueda. “No vamos a parar hasta que encontremos a cada niña. Esta operación continúa sin descanso”, afirmó en una conferencia de prensa.
En paralelo, se han instalado centros de reunificación familiar en Kerrville e Ingram, y el consulado de México en San Antonio ha brindado apoyo a familias afectadas. La magnitud del desastre ha obligado también a suspender las celebraciones del 4 de julio en numerosas localidades.
“No se trata solo de una tragedia meteorológica, sino de una prueba dolorosa para nuestras comunidades”, expresó una madre entre lágrimas, mientras aguardaba noticias de su hija desaparecida.
Las autoridades advirtieron que nuevas tormentas podrían azotar la región en los próximos días, lo que complica aún más las labores de búsqueda y rescate. El drama en Texas sigue en desarrollo, mientras el país entero permanece en vilo ante el destino de las niñas desaparecidas.
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