Las diferencias de clase en Cuba son marcadas, una vida tienes los dirigentes de la mal llamada revolución y otra el pueblo común y corriente, así lo entendieron los habitantes de un barrio periférico de Ciego de Ávila.
"A ellos si les llevan carne, cosas buenas... Vivimos a 50 metros y lo que nos da es el olor. A los barrios circundantes no nos llevan nada", comentó un activista por la democracia en la isla que contó a Martí Noticias sobre la protesta que se desencadenó en varias áreas periféricas del territorio avileño.
Los barrios involucrados en la protesta pacífica colindan con un terreno donde tiempo atrás se construiría un Hospital Pediátrico, hoy en día ocupado por viviendas de dirigentes y personalidades de la provincia, allí si no falta provisiones, comentó José Carlos Fernández, uno de los manifestantes.
La revuelta estuvo protagonizada por los residentes de El Ingenito -una localidad rural ubicada en la periferia de la ciudad de Ciego de Ávila- y otros barrios aledaños que salieron a la calle este lunes por no poder adquirir alimentos desde hace varios días, debido a la cuarentena decretada por las autoridades ante el aumento de casos de coronavirus, dijo Martí Noticias.
"…la población salió a la calle, con los niños, con todos", señalaron, no los dejan entrar a la ciudad a buscar comida.
De acuerdo con Fernández, “los niños de los barrios que han quedado aislados no ha tomado leche desde hace días, y las personas tienen hambre porque las autoridades las tienen bloquedas y no las dejan salir a comprar alimentos y otros productos necesarios donde los hay”.
Al respecto, advirtió además que “la reacción del gobierno fue meterle miedo a la gente, a decirles que se los lleva presos. Los afectados por la medida tienen que entrar a la ciudad de madrugada, a escondidas, y quienes atrapen en el acto los castigan con 3,000 pesos de multa y propagación de epidemia".
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