Afortunadamente, existen las redes sociales y decimos esto, porque aunque en muchas ocasiones no son bien utilizadas, en otras, como en este caso sí. Así las cosas, la periodista Sonia Sánchez nos acerca a otra de las tantas insalubridades que vive la capital cubana:
"¡Bueno!. Ahora vamos a hablar en serio y me quito el sombrero como decía el gran humorista, el villaclareño Chaflán. No es noticia, podríamos decir hasta que fiambre en el argot periodístico. El alguna vez hermoso Nuevo Vedado apesta (esta vez Gerardo Alfonso no se ha dado una vuelta por acá). A esta hora. Si. Ni tan temprano ni tan tarde, acabo de llamar a la policía. ¿Por qué? Simple.
"Todos nuestros ministros, funcionarios, de la administración que sea, instan a que el orden y lo que hace que una ciudad mantenga en alto el título de Maravilla, es tarea de todos incluido los residentes (o parece que en primer lugar).
"Pero dice la guardia de la PNR que eso es cuestión de Comunales. Pues bien. En Panorama, entre las calles Conill y Tulipán, precisamente a la orilla de un almacén de la empresa de envíos de alimentos Supermarket y del Policlínico Universitario 19 de Abril, hace unas dos semanas y luego de tres o cuatro años acaban de, finalmente, eliminar la podredumbre y la fetidez de una fosa de aguas albañales reventada.
"Y gracias a los años de gestión de los vecinos que acudieron hasta el Consejo de Estado, que al menos les prestó atención. Pero... ¡ahí quedó el verde y apestoso moho exhibiendo su orgullo y todo lo que le acompaña!. Ahora mismo, ni tan temprano ni tan tarde, acabo de llamar a los bomberos que se supone son los que disponen de ese preciado líquido que está faltando con creces por acá...¡el agua!.
"Solo para que a una sola cuadra (y dije a la guardia que no le pedía, aunque falta hace, que higienicen el barrio) le acaben de quitar la apestosidad y sus lacras. Pues bien, me asegura que el asunto es de Comunales. Yo no pretendo defender a esta última entidad pero soy testigo desde mi retorno por estos lares, que casi todos los días los camiones de recogida de basura hacen su trabajo (no los defiendo, insisto, la desidia se ha apoderado de La Habana) y veo temprano en la mañana que los trabajadores, incluso ya jóvenes lo que no se veía antes, barren lo que les toca de la suciedad de Nuevo Vedado.
"Entonces ¿quién le pone el cascabel al gato? O traducido al buen idioma español: haz lo que yo digo pero no lo que yo hago (a buen entendedor...) De paso porque la calma, paciencia, flema, acaba por desaparecer, ni tan temprano ni tan tarde, dije a la PNR que ya no se ve, ni de día, ni de noche una patrulla ni un policía en funciones en Nuevo Vedado, lo que antes no faltaba (recuerdo como ponían multas cuando la pandemia a quien en plena calle, sin tropezarse con otro conciudadano no llevaba la mascarilla).
"Y que en la zona hay asaltos para agredir, quitar celulares, prendas o la vida misma, a cualquiera que no se encuentre en estado de alerta que al parecer es la obligada manera de vivir en esta capital. Y la respuesta, muy formal, estuvo de inmediato: será informado".
Del perfil de la periodista Sonia Sánchez.
Lo único que faltaría por añadir es lo rápido que aparecerían no una, sino multitud de patrullas, si alguien gritara "Patria y VIda" o sacara un cartel relamando justicia; y también la rapidez con que el vertedero desaparecería si viviera "alguien" de importancia en esa vencidad. Es como asevera la periodista: ¿quién le pone el cascabel al gato?
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