En un nuevo capítulo de la creciente crisis energética en Cuba, el microsistema eléctrico habilitado para parte de La Habana colapsó este miércoles a las 13:06 horas, dejando nuevamente a miles de habaneros en la oscuridad.
El incidente ocurre apenas unas horas después de que el gobierno anunciara un tímido avance en la reactivación de circuitos tras el apagón general que afectó a todo el país por la salida de servicio de la termoeléctrica "Antonio Guiteras", la más importante del país.
La Empresa Eléctrica de La Habana confirmó la desconexión del sistema alternativo, diseñado como una solución de emergencia para mantener activos sectores estratégicos y zonas residenciales tras la falla nacional. Sin embargo, la fragilidad de esta red improvisada quedó en evidencia, y lo que debía ser un respiro temporal terminó en una nueva frustración para los ciudadanos.
Durante la mañana de este día, a las 11:30, se habían energizado tres subestaciones que permitieron poner en funcionamiento 23 circuitos, principalmente en los municipios de Guanabacoa, Arroyo Naranjo y Boyeros. Pero ese alivio duró apenas unas horas. Alrededor de las 13:00, la infraestructura colapsó, devolviendo a los afectados a la situación de emergencia que parecía empezar a superarse.
El origen de la crisis energética se remonta a la repentina avería de la central termoeléctrica "Antonio Guiteras" en Matanzas, que dejó sin electricidad a casi toda la Isla. Desde entonces, el gobierno ha intentado restablecer parcialmente el sistema mediante la activación de plantas auxiliares como Energás en Boca de Jaruco, y el diseño de microsistemas eléctricos que prioricen áreas consideradas vitales. No obstante, estos esfuerzos no han logrado brindar estabilidad y continuidad en el servicio.
Aunque las autoridades insisten en que el proceso de recuperación será “paulatino y progresivo”, el colapso de este miércoles demuestra que las soluciones actuales son poco más que parches momentáneos. El sistema eléctrico nacional padece de décadas de abandono, falta de mantenimiento e inversión, lo cual lo hace extremadamente vulnerable a cualquier avería mayor.
Para muchos habaneros, la caída del microsistema no fue una sorpresa, sino la confirmación de una realidad que viven a diario: un país atrapado en el deterioro de sus servicios básicos y un gobierno que no logra ofrecer respuestas sostenibles. El regreso a la oscuridad fue recibido con resignación, molestia y creciente desconfianza.
En redes sociales, los ciudadanos expresaron su hartazgo ante una situación que ya no consideran extraordinaria, sino parte de su cotidianidad. La incertidumbre sobre cuándo volverá la luz –y por cuánto tiempo se mantendrá– es ahora uno de los mayores símbolos de la crisis que atraviesa la isla.
Una vez más, Cuba queda a oscuras. Y con ella, la esperanza de una solución definitiva.
¡Volvió la luz... pero solo para algunos! La Habana sigue en sombras tras apagón masivo
Hace 3 horas
Conmoción en EE.UU. por el asesinato de una refugiada ucraniana en Charlotte (Video)
Hace 59 minutos
“Nos niegan el derecho a invertir en nuestra propia tierra” afirma periodista Mónica Baró
Hace 1 día