La visita del presidente Donald Trump a un restaurante en Washington D.C. el martes por la noche se vio marcada por la protesta de un grupo de manifestantes propalestinos que lo recibieron con cánticos e insultos a la entrada del local.
El mandatario llegó acompañado por funcionarios de su gobierno, entre ellos el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth, a Joe’s Seafood, Prime Steak and Stone Crab, ubicado a menos de 400 metros de la Casa Blanca. Allí, Trump declaró que la ciudad ahora está “libre de delincuencia” y anticipó planes para implementar la misma política en otra ciudad el miércoles.
Sin embargo, al ingresar al restaurante, un grupo de activistas de la organización CODEPINK, reconocida por sus campañas feministas y pacifistas, comenzó a corear consignas como: “Trump es el Hitler de nuestro tiempo”, “Libertad en Washington D.C., libertad en Palestina” y “Está aterrorizando a las comunidades de Washington D.C.”.
Olivia DiNucci, representante de CODEPINK en Washington, aseguró que su objetivo era confrontar al mandatario sobre lo que consideran políticas que priorizan la guerra y los intereses de los más ricos sobre los derechos humanos y las necesidades básicas de la población estadounidense. La organización denunció además el apoyo de Estados Unidos a las operaciones militares en Gaza, ataques navales en el Caribe y el despliegue de tropas de la Guardia Nacional y agentes del ICE en el país.
En respuesta a la protesta, Trump se acercó a los manifestantes, sonrió y les hizo un gesto para que se retiraran, momento en el que fueron escoltados fuera del restaurante. La Casa Blanca no emitió comentarios inmediatos sobre la interacción.
Antes de la manifestación, el presidente había destacado a los medios que la asistencia a restaurantes en Washington D.C. ha aumentado en medio de su ofensiva contra la delincuencia, reforzada con presencia de autoridades federales y tropas de la Guardia Nacional. “Durante el último año la ciudad fue muy insegura, y ahora prácticamente no hay delincuencia”, afirmó Trump frente al restaurante.
Mientras tanto, CODEPINK denunció que, durante la cena privada, los funcionarios del gobierno estadounidense celebraban con comidas costosas mientras comunidades nacionales e internacionales enfrentan crisis humanitarias y recortes en programas esenciales como sanidad, educación y tratamiento de adicciones. La organización sostuvo que la protesta representa la frustración de quienes rechazan estas prioridades.
El restaurante Joe’s Stone Crab, con locales en Miami, Chicago, Las Vegas y Washington D.C., se especializa en mariscos y carnes de alto precio, y su local en la capital estadounidense fue escenario de esta inusual confrontación entre el presidente y activistas por los derechos humanos.