Los cubanos llevan meses con una espina trabada con las nuevas micros, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y el influencer Nelson Álvarez, más conocido como El Porfiao opinó al respecto.
"¿Qué son las MIPYMES? De acuerdo con el Decreto-Ley No. 46, son 'aquellas unidades económicas con personalidad jurídica, que poseen dimensiones y características propias, y que tienen como objeto desarrollar la producción de bienes y la prestación de servicios que satisfagan necesidades de la sociedad'".
"Además de la creación de empleos pero si analizamos su impacto en la economía doméstica de nuestro pueblo, más que una solución, parece una extensión del mercado negro teniendo en cuenta los desproporcionados precios de sus ofertas. Una caja de pollo, por ejemplo, a 8400 pesos no me parece una alternativa para la mayoría, digamos, un médico, el cual posee un salario bien discreto contraproducente con la función que realiza".
"¿Cómo funcionaría? Si la privatización alcanzara a todos los sectores, aumentando así su poder adquisitivo, logrando una equidad económica dentro de la población, lo que haría posible el acceso de la mayoría a estas ofertas, esas que en estos momentos no han hecho más que crear una evidente diferencia social".
"Quien escribe, se pregunta ¿producir o revender? Pues las llamadas 'unidades económicas' más bien se dedican en su inmensa mayoría a importar precisamente todos aquellos productos de los que el cubano carece. Por ejemplo, pollo, pescados enlatados, refrescos, maltas, confituras, helados, por citar algunos de las ofertas que se pueden encontrar en dichos negocios, y que al Estado le es imposible presuntamente por las 'medidas anticubanas y el bloqueo'".
"Pero, ¿cómo logran estas empresas saltar el bloqueo....? ¿usarán el mismo modus operandi que Hugo Cancio, magnate cubano americano propietario de KATAPULK, el cual recientemente obtuvo una licencia para importar autos, motos y demás algo que en otros tiempos resultaba impensable?"
"Bueno, la única posibilidad es que el financiamiento provenga del exterior y que la gestión comercial se haga desde el extranjero y que el dinero no pase por las manos del Estado (cosa rara), sin obtener ganancia alguna. Es decir, se paga allá y regresa allá lo que el testaferro recauda".
"¿Quién financia? Oh, esa es otra de las incógnitas. Lo cierto es que pronto, cuando quieras comer pollo más allá del que te toca, tendrás que recurrir a las MIPYMES".
"Me baso en que siempre existió en Cuba una ley en contra del 'enriquecimiento ilícito', por lo que me rehuso a creer que algún cubano de la isla sea el dueño real de alguna de estas 'micro empresas', a no ser que tuvieran el dinero debajo del colchón y hayan sido en su momento solapados transgresores de la ley".
"Nada, amigos, que el fenómeno se me antoja raro e indescifrable, pues ¿qué tipo de mecanismos utilizan para semejante gestión comercial? En fin... to be or not to be? (¿Ser o no ser?)"
"Las MIPYMES, lejos de suponer una solución a la escasez y el desabastecimiento, o al menos una estrategia para mitigar su efecto en nuestro país, devinieron en la cuerda que extrangula a nuestra gente con precios exorbitantes y prohibitivos, si tenemos en cuenta el salario medio de un obrero, un profesional o un científico en Cuba".
"Lo preocupante del fenómeno es que cada vez van ganando más protagonismo en nuestra economía y servicios y sí, ciertamente se han ido convirtiendo en una de las pocas opciones del cubano, no porque representen un alivio, todo lo contrario, simplemente porque hemos ido quedando sin alternativas al fantasmal experimento".
"Las MIPYMES indiscutiblemente han ido monopolizado todos los servicios, ya sean cafeterías, restaurantes, bares, panaderías, en fin, todo aquello que otrora estaba en manos del Estado. Para concluir, 'el invento' se encuentra a una distancia sideral del concepto alegado por sus arquitectos en su creación... sin atisbo de dudas: el experimento se salió de control", concluyó.
Varios cubanos opinaron sobre las MIPYMES y el desastre económico.
"Esto se les fue de control desde que engendraron al monstruo de mil cabezas mal llamado 'Ordenamiento monetario', un total desorden económico donde un artista circense gana más que un profesional de la salud, dígase, médico, enfermer@s, licenciad@s, paramédicos, laboratoristas, etc. Donde una auxiliar de limpieza del aeropuerto devenga un salario aproximado a los 9000 pesos (CUP) y unas utilidades trimestrales cercanas a los 30 000 CUP. Así de bien estamos gracias a Marino Murillo y a Alejandro Gil".
"Indiscutiblemente es un mal que nos agobia muchísimo, como tantos otros engendros diseñados en post revolución y cada vez será más macabra nuestra situación sino entendemos que el mal no está en una o varias personas que mal dirigen, si no en el capricho de mantener una ideología totalitaria que nos priva de todo derecho. Siendo el primero, dejar que el pueblo decida su camino y vida a seguir y lograr su bienestar a través de su emprendimiento, sin que los poderes estén en un solo partido o persona o llámese Estado, que mal decida el porvenir de la nación. Ya 64 años son más que suficiente para demostrar el fracaso".
"Vivimos en una era post-apocalíptica y lo mal hecho (desorden económico) no parece estar en la reorganización gubernamental. La jodimos y qué se salve quien pueda. Demagogia y mucha labia nos va a seguir dando tiempo. Ese es su dogma, porque es fácil manejar a una plebe que se conforma con muy poco".
"Venderle en el mismo hospital a un médico una caja de pollo en 8500 pesos cuando el que más gana son apenas 6500 pesos. Eso es una falta de respeto total. Nadie la compro. Los de la calle venían y compraban, los que siempre tienen y van a seguir teniendo. Qué pena con esos médicos que lo dan todo porque lo sé", dijo una cubana.
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