Desde la ciudad de Holguín llega una denuncia ciudadana que expone una grave situación en la oficina número 10 de Correos de Cuba. Esta sede, ubicada en un punto estratégico cercano al monumento al Che, la residencia de generales de las FAR y el Estado Mayor del Ejército Oriental, debería mantener altos estándares de orden y limpieza. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
En la entrada de la oficina se acumula un gran charco de agua estancada que permanece semanas sin drenaje ni limpieza, convirtiéndose en un foco de insalubridad y un criadero de mosquitos.
Esta situación pone en riesgo la salud de los usuarios, quienes no solo enfrentan la incomodidad sino también peligros reales de enfermedades transmitidas por estos insectos. A esto se suma la salud de los propios trabajadores.
“No hay barrios cerca, así que el problema afecta principalmente a los clientes que vienen desde distintos puntos de Holguín y de otras provincias”, comentó un usuario que pidió anonimato. Resulta sorprendente que un lugar rodeado por instalaciones militares de alto nivel muestre tal abandono, lo que evidencia un serio problema de gestión.
Pero la crisis no termina ahí. La oficina número 10 es también un punto clave para la recepción de motos enviadas desde el extranjero, principalmente desde Estados Unidos por familiares de ciudadanos cubanos. Estas motos son muy demandadas ante la crisis del transporte, pero numerosos clientes han denunciado que las unidades llegan incompletas, con piezas faltantes como guardafangos, amortiguadores o con daños visibles como focos rotos. Además, la desorganización es evidente: “tres motos hoy no aparecían y resultaron estar en otro salón”, señalaron afectados.
Esta falta de control genera pérdidas económicas significativas para las familias y aumenta la desconfianza hacia Correos de Cuba, entidad que acumula en los últimos años un historial de quejas relacionadas con demoras, extravíos y falta de transparencia.
Lo más irónico para los denunciantes es que este abandono ocurre en una zona custodiada por instituciones militares, donde se esperaría un estricto control.
La ciudadanía exige acciones inmediatas: la eliminación del foco insalubre que amenaza la salud pública y una investigación profunda para aclarar la situación de las motos extraviadas y la desorganización que afecta a quienes dependen de este servicio esencial.
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