El mercado negro de divisas en Cuba continúa marcando tendencias preocupantes para la economía del país. Este viernes 12 de septiembre de 2025, el dólar estadounidense (USD) alcanzó un valor de 420 pesos cubanos (CUP), lo que representa un aumento de cuatro pesos en comparación con la jornada anterior.
Este incremento refuerza la posición del dólar como una de las divisas más demandadas en la compraventa callejera, en un contexto donde escasean las divisas, el poder adquisitivo se deteriora y la inflación golpea a los ciudadanos.
La falta de acceso oficial a monedas extranjeras obliga a muchas personas a recurrir al mercado informal, lo que eleva aún más los precios.
El euro también registra un alza y se cotiza actualmente a 470 CUP, convirtiéndose en la divisa más cara en el mercado informal cubano. Su valor superior al del dólar lo posiciona como una opción preferida para quienes reciben remesas desde Europa o realizan transacciones en el extranjero. La demanda de euros ha ido en aumento debido a su estabilidad relativa y su poder de compra, lo que lo hace atractivo tanto para el ahorro como para el intercambio.
La Moneda Libremente Convertible (MLC), utilizada para compras en tiendas estatales, también experimenta una subida en su cotización. Hoy se ubica en los 200 CUP, cinco pesos más que el día anterior. A pesar de que su uso ha disminuido debido a las restricciones impuestas por el gobierno cubano en varias tiendas, el MLC sigue siendo esencial para acceder a productos básicos, lo que mantiene una demanda significativa en el mercado negro.
Los precios actuales reflejan la tensión económica en la Isla. Un billete de 100 dólares equivale a 42,000 CUP, mientras que 100 euros representan 47,000 CUP. En el caso del euro, un billete de 500 puede llegar a costar hasta 235,000 CUP. Estas cifras ponen en evidencia el desafío diario que enfrentan los cubanos para acceder a divisas, especialmente quienes dependen de remesas o del intercambio informal para satisfacer necesidades básicas.
La combinación de inflación, escasez de productos y falta de estabilidad monetaria obliga a la población a mantenerse informada constantemente sobre los precios del mercado negro.