Baracoa, ubicada en la provincia de Guantánamo, Cuba, enfrenta una severa crisis energética caracterizada por apagones prolongados que afectan gravemente la vida cotidiana de sus habitantes.
En un video difundido en redes sociales, el ciudadano Saúl Manuel denunció que en Baracoa "no hay luz nunca", indicando que las interrupciones del servicio eléctrico pueden extenderse hasta 24 horas consecutivas.
En 2024 residentes de la comunidad de Cabacú, en Baracoa, salieron a las calles para protestar tras más de 14 horas sin electricidad.
Los manifestantes expresaron su descontento con consignas como "¡Queremos corriente!" y "¡Queremos comida!", reflejando la frustración ante la falta de servicios básicos y la escasez de alimentos.
La policía acudió al lugar y utilizó altavoces para pedir a la población que regresara a sus hogares, asegurando que se resolvería el problema.
Sin embargo, los residentes continuaron manifestándose, y se reportó que al menos un ciudadano fue citado por las autoridades locales tras la protesta.
Tras el paso del huracán Oscar, que provocó intensas lluvias e inundaciones en la región. Una madre cubana protestó frente al gobierno municipal de Baracoa, denunciando la falta de electricidad y alimentos. La mujer, madre de dos niños, expresó su desesperación al no recibir respuestas de las autoridades locales ni de la Oficina de Atención a la Población.
En respuesta a las protestas, el gobierno provincial de Guantánamo anunció medidas para incrementar la venta de productos alimenticios y otros insumos energéticos destinados a la cocción de alimentos.
Estas acciones buscan mitigar el descontento social generado por los prolongados apagones y la escasez de recursos básicos.
La crisis energética en Cuba ha sido atribuida a múltiples factores, incluyendo el deterioro del sistema eléctrico nacional y la escasez de combustible.
En febrero de 2024, se reportaron apagones que afectaron al 85% del país, y en marzo, las interrupciones del servicio eléctrico alcanzaron hasta 18 horas diarias en algunas regiones.
La denuncia de Saúl Manuel y las protestas en Baracoa reflejan el creciente malestar de la población ante una situación que afecta directamente su calidad de vida. Las autoridades continúan enfrentando desafíos significativos para restablecer y mantener el suministro eléctrico en la región.
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