Las autoridades cubanas confirmaron la captura de Ángel Luis Torres Santana, conocido como “Michel”, y Idalberto Pérez Olivera, alias “Basurita”, dos reclusos considerados de alta peligrosidad que se habían fugado de la prisión provincial de Canaleta, en Ciego de Ávila, el pasado 24 de agosto de 2025.
La fuga había generado gran preocupación en la población avileña, ya que ambos reclusos cuentan con extensos historiales delictivos que incluyen homicidios, actos violentos y reincidencia en distintos delitos graves. La condición de “alta peligrosidad” atribuida a los evadidos hizo que la captura se convirtiera en una prioridad para las autoridades, que buscaban restablecer la tranquilidad en la región en el menor tiempo posible.
El operativo culminó con éxito tras varios días de seguimiento y despliegue de recursos en diferentes zonas de la provincia. Aunque no se han revelado todos los detalles de cómo se produjo la detención, fuentes cercanas señalaron que la vigilancia constante y el trabajo de inteligencia resultaron claves para localizarlos.
El intento de fuga ha vuelto a poner sobre la mesa el debate acerca de la seguridad en los centros penitenciarios cubanos. Este caso recordó a la ciudadanía la vulnerabilidad del sistema, especialmente cuando se trata de internos con perfiles altamente peligrosos. La presión sobre las autoridades creció rápidamente luego de que se difundiera la noticia de la evasión, lo que obligó a redoblar esfuerzos en el rastreo.
La reclusión de Torres Santana y Pérez Olivera en la prisión de Canaleta había estado marcada por antecedentes de violencia y problemas disciplinarios, según indicaron fuentes extraoficiales. Su salida irregular levantó interrogantes sobre cómo lograron burlar la seguridad del penal, aunque hasta el momento no se han ofrecido declaraciones oficiales al respecto.
Tras su captura, ambos fueron trasladados nuevamente a la cárcel de Ciego de Ávila bajo estrictas medidas de control, con el objetivo de impedir un nuevo intento de evasión. Es previsible que enfrenten sanciones adicionales por el delito de fuga, lo cual podría traducirse en un incremento de sus condenas actuales.
Con el retorno de los dos reclusos a la prisión provincial, las autoridades buscan enviar un mensaje de control y firmeza ante situaciones de este tipo. Sin embargo, la huida y posterior captura de “Michel” y “Basurita” sigue siendo tema de conversación en Ciego de Ávila y un recordatorio de los riesgos que implican este tipo de fugas en un contexto de creciente inseguridad ciudadana.
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