El terremoto del viernes registrado en magnitud 7.1 fue captado por las cámaras que filmaban el partido de los Dodgers y los Padres.
En California no es tan extraordinario un sismo, de allí que resulta simpático como el pitcher de los Padres completó su ponche sin inmutarse.
Las gradas llenas de espectadores aumentaron su ruido, pero nadie se movió, ante la narración calmada de los comentaristas deportivos.
Solo las cámaras reaccionaron al movimiento y guardaron para la posteridad como el Dodger Stadium, se sacudió por capricho de la naturaleza y por la multitud que apoyaba a su equipo.
El partido, por si te lo preguntas, lo ganaron los de San Diego por diferencia mínima 3-2.
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