El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda federal para revocar la ciudadanía de Fernando Adrián Moio Bartolini, un argentino de 50 años residente en Florida, acusado de haber obtenido su naturalización mediante fraude al hacerse pasar por cubano.
Según la querella, Moio Bartolini explotó los beneficios migratorios que otorga la Ley de Ajuste Cubano, normativa que desde 1966 facilita la residencia y posterior ciudadanía a los nacionales de la isla que llegan a territorio estadounidense. Para ello, habría comprado documentos falsos que lo acreditaban como nacido en Cuba.
De acuerdo con los expedientes judiciales, el acusado entró inicialmente a Estados Unidos con una visa de visitante. Más tarde, adquirió un certificado de nacimiento cubano falso y un pasaporte de la isla igualmente fraudulento, con los que solicitó la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Posteriormente, tras cumplir el tiempo requerido, solicitó la naturalización y también un pasaporte estadounidense, en ambos casos afirmando que era originario de Cuba.
El engaño se destapó en 2013, cuando Moio Bartolini intentó ingresar a Estados Unidos por el Aeropuerto Internacional de Miami. Allí, un oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sospechó por su acento claramente argentino y procedió a detenerlo.
Ese mismo año fue condenado en un tribunal federal por fraude de pasaporte, lo que reforzó las sospechas sobre la falsedad de sus documentos de origen.
La acción presentada ahora busca desnaturalizarlo, es decir, retirarle la ciudadanía estadounidense adquirida de forma fraudulenta. Si el tribunal acepta la demanda, Moio Bartolini perderá todos los derechos derivados de la naturalización, incluyendo el uso del pasaporte estadounidense.
“El Departamento de Justicia está comprometido a preservar la integridad de la ciudadanía estadounidense y luchará enérgicamente contra quienes engañen para acceder a beneficios migratorios”, declaró Brett A. Shumate, fiscal de la División Civil.
Las autoridades recalcaron que casos como este envían un mensaje claro: quien mienta o presente documentos falsos para obtener estatus migratorio será procesado y puede perder su ciudadanía.
El fraude migratorio, además de conllevar sanciones penales, puede tener consecuencias permanentes para los implicados, como la deportación y la prohibición de volver a ingresar a Estados Unidos.
La Ley de Ajuste Cubano ha sido durante décadas una vía privilegiada para los nacionales de la isla, al conceder residencia a quienes acrediten haber estado físicamente en EE.UU. al menos un año. Sin embargo, el uso de esta política por parte de extranjeros no cubanos mediante documentos falsos se considera un fraude grave y, en casos como el de Moio Bartolini, puede derivar en la pérdida de la ciudadanía obtenida.
Fuente: EFE
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