El perfil de Facebook del musico y opositor Saul Manuel denunció con dureza una situación que está generando indignación en la población: la venta de productos lácteos en evidente estado de descomposición, a precios desorbitados, en medio de la crisis de apagones que azota a la isla.
“Echado a perder y así mismo tienen el descaro de vendérselo al pueblo y caro para colmo”, publicó, señalando que mientras niños y adultos corren el riesgo de sufrir enfermedades por consumir estos alimentos dañados, la realidad es que en Cuba no existen hoy medicamentos ni condiciones sanitarias mínimas para enfrentar un posible brote de intoxicaciones.
La denuncia hace referencia a yogur y queso que, desde hace años, dejaron de ser productos de acceso popular porque el Estado los destina al turismo y a la red de divisas.
Sin embargo, ahora que las neveras y almacenes no resisten las largas horas sin electricidad, lo “liberan” para la población, en un estado deteriorado y a precios inalcanzables para el bolsillo del cubano promedio.
“Lo que no entiendo es por qué no nos venden ese yogur y ese queso que hace tantos años al pueblo no le venden estos lácteos.
Ahora que están echados a perder por horas sin corriente es que nos lo venden y a un precio inconcebible”, expuso el perfil en Facebook.
El hecho ha levantado preguntas inevitables: ¿de quién es la culpa? ¿Del llamado “bloqueo” o de la gestión gubernamental que trata a la población como animales, obligándola a comprar, al precio que sea, alimentos podridos? Para muchos, la respuesta es evidente.
El apagón se convierte en excusa y la necesidad del pueblo, una oportunidad de negocio.
Los lácteos, vitales para la alimentación de niños y ancianos, han desaparecido de la dieta cotidiana.
Y cuando aparecen, lo hacen en las peores condiciones, sin ningún tipo de respeto por la salud ni la dignidad de quienes deberían ser los verdaderos beneficiarios de estos alimentos.
El perfil del Saul Manuel resume el sentir de miles de cubanos: “Se va la luz y nos tratan como cerdos, vendiéndonos a altos precios un yogur y un queso echado a perder”.