La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) advirtió este sábado que el país enfrentará un fin de semana bajo apagones continuos debido a la incapacidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para cubrir la creciente demanda.
Según el parte oficial, desde el viernes se arrastran cortes que se extenderán hasta la madrugada del sábado, con una afectación máxima de 1618 MW.
Al amanecer, la situación ya era crítica: la disponibilidad de generación era de 2110 MW frente a una demanda de 3000 MW, lo que dejó sin cobertura 933 MW. Para el mediodía, la UNE había calculado un déficit cercano a los 1400 MW, panorama que marcó la pauta para un sábado cargado de apagones.
El problema se agrava porque siete unidades termoeléctricas están fuera de servicio. Cuatro permanecen paralizadas por averías en las plantas de Santa Cruz, Felton y Renté; mientras que otras tres, pertenecientes a Santa Cruz, Cienfuegos y Renté, están en mantenimiento.
Estas salidas representan una pérdida adicional de 359 MW.
La UNE señaló que durante el día se sumarían unos 100 MW en motores de generación distribuida que estaban detenidos por falta de combustible, además de la sincronización de la unidad 3 de Santa Cruz, con un aporte estimado de 50 MW. Sin embargo, estas reincorporaciones no logran cubrir la brecha.
Para la noche de hoy sábado, el pronóstico es aún más sombrío: la disponibilidad sería de 2260 MW frente a una demanda estimada de 3800 MW. Esto equivale a un déficit de 1540 MW, lo que en la práctica se traduce en más de 1600 MW de afectaciones para los consumidores en todo el país.
La UNE reconoció que este escenario se mantendría en la madrugada y primeras horas del domingo, prolongando la inestabilidad eléctrica.
“Las condiciones previstas apuntan a una jornada con fuertes restricciones energéticas, que obligarán a prolongados cortes eléctricos en gran parte del territorio nacional”, indicó la empresa estatal.
Aunque los 25 parques solares en operación aportaron 2737 MWh en la jornada, con una potencia máxima de 534 MW en las horas de sol, esta contribución resulta insuficiente frente a un déficit estructural que se mantiene sin soluciones a corto plazo.
Los apagones continuos impactan de manera severa en la vida diaria de los cubanos, desde la conservación de alimentos y el bombeo de agua hasta la atención hospitalaria y el funcionamiento de las escuelas. La crisis eléctrica, lejos de mejorar, se proyecta como una de las más largas y difíciles en los últimos años.