Una tragedia inesperada sacudió a la comunidad de Río Piedras, en el municipio matancero de Colón, donde un joven padre de poco más de 20 años, perdió la vida al ser alcanzado por un rayo mientras se encontraba trabajando en la zona.
La noticia deja a todos consternados, especialmente a los familiares y amigos cercanos de la víctima, que deja en su camino un doloroso vacío, además de un niño de tan solo 2 años de edad, quien se verá obligado a crecer sin la figura paterna.
El fatal accidente ocurrió en horas de la tarde, cuando una tormenta eléctrica se desató con fuerza en la región. Según testigos del lugar, la descarga eléctrica fue tan potente que no hubo posibilidad alguna de salvar al joven, a pesar de los intentos de reanimación que le brindaron de inmediato.
La tragedia, que terminó de manera fulminante, generó una gran consternación en los vecinos, quienes recuerdan con tristeza que no es la primera vez que la comunidad se ve golpeada por eventos de esta naturaleza.
En Cuba, las tormentas eléctricas son fenómenos comunes, especialmente en la temporada de lluvias. Sin embargo, este incidente pone en evidencia la vulnerabilidad de la población ante la falta de medidas de prevención eficaces, como sistemas de alerta temprana y políticas públicas que puedan mitigar los riesgos asociados con las tormentas.
En muchas ocasiones, los habitantes de las zonas rurales, como es el caso de Río Piedras, quedan expuestos a estos peligros sin mayores recursos para protegerse.
La tragedia no solo ha dejado una familia destrozada, sino que también abre un debate sobre la importancia de contar con mejores infraestructuras y servicios de alerta meteorológica. El niño huérfano es, sin duda, el símbolo más doloroso de este suceso, pues su vida se ha visto marcada por un destino que jamás debió ocurrir tan pronto.
La pérdida de una vida de forma tan inesperada es un recordatorio de lo frágil que puede ser la vida y de lo importante que es que las autoridades tomen acciones para evitar que estas tragedias se repitan.
Perfil: La Tijera