La tormenta mediática no se detiene. Apenas días después de la primera polémica, un segundo video íntimo de Isabella Ladera y Beéle volvió a circular en redes sociales, reavivando el debate sobre la privacidad digital y poniendo nuevamente a la influencer venezolana en el centro de la conversación pública.
Frente a la nueva filtración, Ladera eligió responder desde lo humano. En su cuenta de Instagram compartió una imagen de un cielo nublado vista desde una ventana, acompañada de un mensaje breve pero poderoso: “todo va a estar bien”. Una frase que, lejos de alimentar la polémica, transmite vulnerabilidad, esperanza y resistencia.
La joven había revelado que conocía la existencia de este material desde el pasado 9 de julio, lo que le permitió prepararse emocionalmente, aunque no evitó el impacto mediático. En Threads, sumó reflexiones que dejan ver su fortaleza: “ojalá que nunca les pase algo así”, “no pasa nada, yo lo transformo a mi favor”, “de esta y de toditas yo caigo pará”.
Mientras tanto, Beéle ha optado por marcar distancia. El cantante colombiano celebró en sus historias de Instagram que su álbum Borondo alcanzó el sexto lugar en el ranking global de Spotify, sin hacer referencia al escándalo. Su equipo legal, por su parte, insiste en que no fue él quien filtró el material y trabaja en identificar a los responsables.
La difusión no consentida de contenido íntimo constituye un delito en muchos países. En Colombia, la ley establece sanciones que pueden llegar hasta siete años de prisión, dependiendo de las circunstancias.
Con su mensaje más reciente, Isabella reafirma que este episodio no la define: exige justicia, defiende su derecho a la privacidad y demuestra que incluso en medio del caos mediático es posible alzar la voz con dignidad.