Sandro Castro, conocido nieto del dictador Fidel Castro, ha sorprendido nuevamente a sus seguidores con una curiosa serie de mensajes en redes sociales donde se presenta como protagonista de una historia de ficción titulada “El secuestro del Vampirash”.
En esta trama, Sandro se encuentra secuestrado en una cueva por unas brujas, pero anuncia su próxima fuga en un supuesto “capítulo 3”, con llamadas telefónicas y diálogos llenos de imaginación.
Lejos de las preocupaciones cotidianas que enfrentan la mayoría de los cubanos, Sandro comparte detalles de este juego creativo desde su comodidad, mostrando que no tiene que lidiar con las dificultades comunes en la isla, como el transporte público limitado, las largas filas para comprar alimentos o la necesidad de madrugar para trabajar.
En cambio, Sandro disfruta de su tiempo en redes sociales y pasea en sus autos, reflejando un estilo de vida muy distinto al de la población general.
La historia del “Vampirash” se ha convertido en una especie de entretenimiento digital para Sandro, quien a través de sus redes comunica su “sed”, su “hambre” y sus ganas de “escapar”, siempre con referencias a sus seguidores y fans, que siguen atentos cada movimiento.
Esta narrativa de ficción sirve para mostrar una faceta distinta de la vida de Sandro, quien, como nieto de uno de los personajes más emblemáticos y controversiales de Cuba, tiene acceso a privilegios poco comunes.
Mientras el cubano común enfrenta diariamente retos como la escasez de productos básicos, la inestabilidad económica y las restricciones sociales, Sandro vive una realidad muy alejada, en la que sus mayores preocupaciones parecen ser los giros de su historia de vampiros y la interacción con sus seguidores en el mundo digital.