El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a generar polémica este lunes al afirmar que el denominado “Cartel de los Soles” no existe y que, en realidad, el tráfico de cocaína que pasa por Venezuela está bajo el control de lo que llamó la “Junta del Narcotráfico”, cuyos líderes —según él— residen en Europa y Oriente Medio.
“El cartel de los soles no existe, es la excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”, escribió Petro en la red social X.
El mandatario colombiano sostuvo que su propuesta es clara: una alianza entre Estados Unidos y Venezuela para enfrentar al narcotráfico de manera coordinada, sin imposiciones. “Le propuse a Estados Unidos y Venezuela que juntos destruyamos ese cartel. Es coordinar y no someter”, añadió.
Las declaraciones de Petro llegan en un momento de alta tensión, marcado por el despliegue militar ordenado por Washington en aguas del Caribe. Estados Unidos anunció recientemente la ampliación de su operación antidrogas, sumando buques y un escuadrón anfibio cerca del límite marítimo de Venezuela.
Dentro de los objetivos de esa operación, la Casa Blanca ha señalado al llamado Cartel de los Soles, presuntamente vinculado a la cúpula chavista y al propio Nicolás Maduro. De hecho, el gobierno estadounidense ofrece hasta 50 millones de dólares por información que lleve a la captura del mandatario venezolano.
Para Petro, la salida a la crisis venezolana no es militar ni judicial, sino política: “El problema político de Venezuela se resuelve entre los venezolanos mismos, hablando y con más democracia”, aseguró. Además, planteó que el futuro debería enfocarse en una Venezuela “descarbonizada”, como parte de un proyecto regional hacia lo que él denomina la “potencia mundial de la vida”.
Sin embargo, su postura ha sido cuestionada tanto dentro como fuera de Colombia. Algunos críticos consideran que el mandatario minimiza los vínculos del chavismo con el narcotráfico y se distancia de la política de Washington. El senador republicano Marco Rubio lo calificó recientemente de “errático” en sus decisiones, en un país que enfrenta la peor ola de violencia en la última década.
Mientras tanto, Nicolás Maduro busca reforzar su base de apoyo interno. Durante el fin de semana, convocó a los ciudadanos a inscribirse en la Milicia Bolivariana, un cuerpo civil adscrito a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, según reportes del medio EVTV de diferentes medios, la asistencia a la convocatoria fue baja en varias regiones.
Este panorama refleja el complejo tablero en el que se cruzan la seguridad regional, la política interna venezolana y la diplomacia colombiana. La propuesta de Petro, que insiste en coordinar esfuerzos en lugar de imponer sanciones o intervenciones, se enfrenta a la desconfianza de Washington y a la falta de consenso dentro de la región.
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