Una joven oficial de policía de Miami fue arrestada este fin de semana tras protagonizar un grave altercado doméstico que incluyó el disparo de un arma de fuego frente a su vivienda. La agente, identificada como Stephany Cañizares de 27 años fue detenida por cargos relacionados con agresión y uso indebido de arma en público.
El conflicto ocurrió en la residencia que Cañizares compartía con su pareja —también agente del mismo cuerpo policial— y su hija de apenas cinco meses. Según documentos judiciales, todo comenzó cuando la oficial descubrió "mensajes inapropiados" en el teléfono de su pareja. La discusión escaló rápidamente hasta que, presuntamente, se efectuó un disparo.
Horas después, fue la propia Cañizares quien llamó al 911 para confesar el uso del arma y expresar su intención de entregarse. Al llegar la policía, la agente mostró un comportamiento considerado inusual, por lo que fue trasladada a un centro médico para evaluación psiquiátrica antes de ser llevada a prisión.
Durante la intervención, el padre de la menor afirmó haber temido por la seguridad de la bebé, lo que lo llevó a encerrarse con ella en una habitación con su propia pistola. Sin embargo, más tarde, durante la audiencia judicial, declaró no haber sentido miedo real de la acusada, lo que llevó al juez a desestimar los cargos más graves.
Cañizares fue liberada tras pagar una fianza de $500 y se le impuso una orden de alejamiento modificada. Actualmente se encuentra separada del cargo, pero con goce de sueldo, mientras se lleva a cabo una investigación interna.
La oficial había ganado visibilidad pública en el pasado por participar en actos institucionales del departamento, incluso cantando el himno nacional en ceremonias oficiales. Su reciente foto de arresto, con bata de hospital y esposas, ha generado fuerte contraste con su imagen institucional.
El caso sigue en desarrollo y podría tener implicaciones legales y profesionales más profundas.
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