El productor cubano Pavel Urkiza dejó unas crudas declaraciones al funcionario cubano Abel Prieto, presidente de Casa de Las Américas.
El también compositor fue tajante contra quienes intentas ocultar la validez del levantamiento popular que se dio en la isla, justifican la escalada de violencia, uno de ellos ha sido sin dudas Abel Prieto, quien en algún momento fue un intelectual cuyo criterio merecía respeto y que se perdió en la conveniencia de vivir bajo el ala del régimen cubano.
Estas son algunas de las ideas que le dedicó el músico cubano:
Conozco bien el estilo de vida de los dirigentes en Cuba, siempre de espaldas al pueblo y sus verdaderas necesidades. Usted, como muchos otros privilegiados del poder, se atienden en el CIMEQ, la clínica de 43, donde no va el pueblo, usted no se alimenta de las migajas de la Libreta de Abastecimiento y no espera una guagua durante horas para llegar al trabajo a ganar un sueldo miserable muy diferente al suyo.
No pretenda hablar en nombre de lo que está pasando ese pueblo sin vivir la cruda realidad de quienes se manifestaron, ¿cómo puede llamarle “turbas violentas” a esas personas humildes, que no viven como usted y sobreviven hastiadas de atropellos y abusos.? No trate de tapar el sol con un dedo.
Nuestra gente se cansó y se hace evidente en las imágenes que circulan por el mundo cada vez más desgarradoras y tristes desde el 11 de julio. Dudo que no las haya visto, son aplastantes.
Si alguien amenaza a quienes defienden lo mismo que usted, nada tienen que ver con ese pueblo que se lanzó a pedir libertad.
Aunque les quitaron el servicio de internet a los ciudadanos para que no pudieran trasmitir en vivo y en directo el terrible espectáculo de represión del régimen golpeando, arrastrando, vejando y persiguiendo para apresarlos frente a sus familias y vecinos, e intentar quitarles los teléfonos, el testimonio está ahí
Por favor, Abel, no insulte la inteligencia del público cubano, agudo, sensible y capaz de leer y sentir lo que ustedes intentan censurar. Cuando leí clandestinamente en La Habana de los años ochenta La insoportable levedad del ser o La Broma de Milán Kundera forrados con papel de cartucho, supe que más allá del discurso oficialista, habitaba otra verdad que se fue convirtiendo en la mía y en la de millones de cubanos.
Creo que usted una vez fue escritor, haga memoria, el arte, si es legítimo, duele, y provocar que las personas reaccionen como usted lo ha hecho hoy, es sin duda el mayor éxito para un artista. La libertad se conquista, también, con el filo de las ideas.
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