La modelo cubana Sthefany Pérez, quien se hizo popular en España tras participar en el reality La isla de las tentaciones, se ha convertido en el centro de un encendido debate en redes sociales luego de compartir imágenes de su visita a La Habana junto a su pareja, el español Tadeo Corrales Garrido.
El motivo del viaje fue reencontrarse con su madre y su familia, pero las publicaciones que Tadeo subió a Instagram —posando frente al Capitolio y otros lugares emblemáticos de la capital cubana— fueron interpretadas por muchos como una visión “turística y superficial” que omite la cruda realidad que vive el país.
“Están siendo unos días increíbles con la familia por La Habana. Adoro el ambiente y las buenas vibras que se despiertan por las calles de Cuba”, escribió Corrales, sin prever el aluvión de críticas que le seguirían.
Los comentarios no tardaron en incendiar el post:
“¿Y los apagones?”
“Hablen del hambre y la miseria, no solo del Capitolio”
“La realidad hay que contarla, no edulcorarla para las redes”
“El turismo a Cuba hoy solo beneficia a la dictadura”
Sthefany no tardó en responder a algunos de los mensajes, afirmando que su pareja “se adapta a todo” y que lo importante es que están con su familia. También fue clara al defender su posición:
“Vine a ver a mi mamá y a mi familia, no a hablar de problemas.”
Pero muchos usuarios le reclamaron justamente eso: el silencio ante las dificultades cotidianas de los cubanos. Varios testimonios describieron, desde apagones interminables hasta carencias alimentarias, las duras condiciones de vida que contrastan con las imágenes de postal publicadas por la pareja.
Incluso un internauta que viajó recientemente a la isla como parte de una misión universitaria describió con crudeza la situación en escuelas y barrios:
“La Habana se cae a pedazos. No hay luz, no hay comida, pero eso no sale en sus fotos.”
A pesar de la controversia, Sthefany se ha mantenido firme en su decisión de compartir el lado personal y familiar de su viaje. Mientras algunos la respaldan —alegando que cada quien es libre de mostrar lo que quiera— otros insisten en que figuras públicas como ella tienen una responsabilidad mayor cuando se trata de visibilizar la realidad cubana.
La polémica ha dejado al descubierto una tensión latente entre los cubanos dentro y fuera de la isla, entre el deseo de mostrar belleza y alegría frente a una realidad marcada por la escasez y la censura. Y también una pregunta sin resolver: ¿se puede disfrutar de Cuba sin hablar de Cuba?
Por ahora, Sthefany ha dejado claro su propósito: abrazar a su madre, reencontrarse con los suyos y compartir momentos de luz, aunque el contexto sea sombrío para muchos.
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