La cantante española Lolita Flores, hija de Lola Flores, nunca ha sido una mujer de silencios cómodos. Su carácter directo y su forma de expresarse sin rodeos la han acompañado tanto dentro como fuera de los escenarios, convirtiéndola en una figura que despierta adhesiones, pero también rechazos.
En los últimos días, la artista ha vuelto a situarse en el centro del debate público, no por un nuevo proyecto musical ni por un acontecimiento familiar, sino por su firme decisión de defender su postura política frente a los ataques constantes que recibe en redes sociales.
La actrtiz ha reiterado en varias ocasiones que se identifica con la izquierda y que esa convicción no es algo reciente ni improvisado. Con los años, asegura, su visión se ha afianzado aún más. Aunque respeta que otras personas opten por posiciones distintas, no acepta que esa diferencia se traduzca en insultos, burlas o descalificaciones personales. Precisamente esa línea es la que, según ella, muchos han cruzado sin pudor, aprovechando cada publicación en sus perfiles sociales para cargar contra su ideología, su físico o su forma de ser.
El clima de polarización política que se vive en España tampoco ha ayudado a rebajar la tensión. Lolita observa cómo las opiniones se radicalizan y cómo cualquier posicionamiento se convierte en munición para el enfrentamiento. Ella no entra a debatir sobre procesos judiciales ni escándalos concretos; se limita a afirmar que se siente más cercana a unas ideas que a otras y que no piensa modificarlas para agradar a nadie.
Sin embargo, ese ejercicio de sinceridad le ha costado una avalancha de mensajes ofensivos que han terminado por colmar su paciencia.
Cansada de lo que define como un acoso reiterado, la artista ha decidido dar un paso más. A través de un mensaje dirigido a sus seguidores, dejó claro que no tolerará más faltas de respeto. Reconoce que, como personaje público, está expuesta a la crítica y que no pretende gustar a todo el mundo, pero subraya que hay una diferencia clara entre opinar y humillar. A sus más de 700.000 seguidores les explicó que es madre, abuela y parte de una familia sólida, y que no necesita soportar ataques gratuitos para seguir adelante.
Su advertencia es clara: a partir de ahora, cada insulto tendrá consecuencias. Lolita Flores está dispuesta a acudir a los tribunales para denunciar a quienes la menosprecien por sus ideas políticas o por cualquier otro motivo. No se trata, dice, de censurar opiniones, sino de poner límites al odio. Con esta decisión, la artista reafirma una vez más su carácter combativo y su negativa a renunciar a lo que piensa, demostrando que su voz, dentro y fuera del escenario, sigue siendo firme y sin concesiones.
Fuente: EGOS
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