La contratación de médicos cubanos en Italia vuelve a generar polémica. Según informó la agencia ANSA, la región de Molise, en el sur del país, ha decidido recurrir a profesionales enviados por el gobierno de La Habana para suplir la grave falta de personal sanitario, repitiendo el modelo ya aplicado en Calabria. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y sindicatos italianos advierten que este acuerdo representa una forma de explotación laboral encubierta y una solución que no ataca el problema de fondo de la sanidad italiana.
Molise arrastra desde hace más de una década una situación crítica. Bajo administración extraordinaria desde 2009, la región enfrenta déficit financiero y escasez de médicos, lo que ha deteriorado la capacidad de los hospitales de garantizar servicios esenciales. Convocatorias para atraer a médicos jóvenes, jubilados o incluso profesionales extranjeros han fracasado en el pasado.
En este contexto, el gobernador Francesco Roberti defendió la llegada de los galenos cubanos como un paso “concreto” para mantener en funcionamiento los servicios hospitalarios. “Sin médicos no se puede brindar atención médica”, afirmó.
El anuncio, sin embargo, reavivó críticas tanto en Italia como a nivel internacional. Diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado en los últimos años que las llamadas “misiones médicas” de Cuba funcionan como un mecanismo de explotación laboral. Según estas denuncias, el Estado cubano retiene entre el 70% y el 90% de los salarios de los profesionales, restringe su libertad de movimiento y los somete a vigilancia constante, condiciones que expertos de la ONU han calificado como una forma contemporánea de esclavitud.
En Italia, el Unione Generale del Lavoro (UGL) Salute, a través de su secretario nacional Gianluca Giuliano, manifestó su rechazo al acuerdo. “Se trata de una solución provisional que no aborda los verdaderos problemas de la crisis de la salud pública”, afirmó.
El dirigente sindical señaló que es “inaceptable” que un país como Italia, con recursos para invertir, recurra a trabajadores extranjeros en condiciones cuestionables en lugar de ofrecer contratos estables, mejores salarios y condiciones dignas a los médicos italianos. “Necesitamos incentivos concretos para frenar la fuga de profesionales hacia el extranjero y hacia el sector privado”, subrayó.
La polémica refleja un dilema más amplio: mientras Italia busca cubrir la escasez de personal sanitario, termina dependiendo de un modelo criticado a nivel internacional por sus implicaciones éticas y legales. Al mismo tiempo, el reclutamiento de médicos extranjeros refuerza la percepción de que el país no logra retener ni motivar a sus propios profesionales de la salud.
Para el gobernador Roberti, la contratación de cubanos es solo una medida temporal hasta que nuevas generaciones de médicos italianos, actualmente en formación en la Universidad de Molise, puedan incorporarse en los próximos años. Sin embargo, tanto sindicatos como defensores de derechos humanos insisten en que la solución pasa por invertir en el capital humano nacional y garantizar condiciones laborales dignas.
Fuente: ANSA