Una familia cubana ha quedado varada en Honduras tras un largo viaje atravesando América Latina para llegar a Estados Unidos.
Diana Guzmán (48), su nieta Briana de seis años, su hermana (54), su hija (32) y su yerno (34) han quedado sin dinero en Honduras tras ser robados en varios puntos de su viaje.
Guzmán explicó a AFP que les robaron todo en la selva y ahora piden ayuda en las calles de Tegucigalpa para continuar su ruta migrante.
Diana y su familia habían vendido sus dos casas hace unos tres meses y con el dinero que lograron compilar compraron pasajes hacia Guyana, cada boleto les costó unos 1500 dólares por boleto.
La travesía los llevó a cruzar por tierra Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, en donde se internaron en la selva del Darién, conocida por el riesgo que implica.
Diana, que dio testimonio a AFP, explicó que en la selva los asaltaron, los desnudaron y los dejaron amarrados.
"La travesía ha sido bastante dura porque cuando entramos a la selva no pensamos que íbamos a pasar el trabajo que pasamos. La selva entre Panamá y Colombia, allí nos robaron", contó Guzmán quien agregó “nos quitaron todo, la comida que trajimos la pisoteaban. Los teléfonos nos los quitaron. Estaban vestidos de negro, con escopetas, y al que se opusiera o dijera algo (...) le daban con la escopeta y los dejaban tiraditos allí”.
Allí habrían quedado de no ser por otros migrantes que los hallaron y les dieron comida y algunas ropas, al pasar a Panamá una comunidad indígena les prestó ayuda.
"Allí en la selva vas caminando y las personas se caen delante de ti, y cuando vienes a ver ya están muertos. La selva es muy dura y no quisiera pasar más nunca por eso", añade Guzmán recordando el terrible cruce.
Cruzar luego, Nicaragua, Honduras, Guatemala de manera irregular es relativamente sencillo cuando se tiene recursos o algún familiar te financia el viaje desde Estados Unidos.
En Honduras en una ciudad conocida como Trojes hay que acudir a la oficina de la Dirección Nacional de Migración, donde tienen que pagar 210 dólares de multa por ingreso irregular, para transitar sin sobresaltos, pero quien no tiene el dinero se convierte en mendigo en un país extraño.
Así explican que os que no pueden pagar se quedan varios días hasta que las autoridades les entregan un salvoconducto para continuar. La siguiente escala es Danlí y luego Tegucigalpa o Comayagüela.
Diana y su familia quedaron sin recursos por el robo y el largo viaje, y no tienen ningún familiar en el extranjero para que les ayude económicamente, ellos siguen avanzando pero prácticamente en la indigencia.
Ahora mismo Guzmán vende caramelos a los transeúntes de Comayagüela para tener algo de dinero.
"Me vengo por la situación económica que tenemos en Cuba, bastante pésima. El salario apenas nos alcanzaba, si comprábamos un par de chancletas (sandalias), no podíamos comer", explicó Diana a la prensa señalando “No tenemos a nadie que nos mande dinero del extranjero y decidimos venir para darle un mejor futuro a la familia que está en Cuba, y a mi nieta”.