El Gobierno cubano expresó este lunes su rechazo a la presencia de fuerzas militares estadounidenses en el sur del mar Caribe, calificando la acción como parte de una "agenda corrupta" vinculada al secretario de Estado, Marco Rubio.
Según el canciller Bruno Rodríguez, los movimientos del ejército estadounidense en la zona no responden a un verdadero combate contra el narcotráfico, sino que constituyen una maniobra que afecta la estabilidad y la soberanía de los países de la región.
A través de sus redes sociales, Rodríguez enfatizó la necesidad de respetar a América Latina y el Caribe como "zona de paz", recordando que estas aguas históricamente han sido declaradas espacios libres de conflictos por los gobiernos locales.
De acuerdo con información divulgada por la cadena estadounidense CNN, Estados Unidos ha comenzado a desplegar a 4,000 agentes, principalmente infantes de Marina, en distintos puntos estratégicos de Latinoamérica y el Caribe.
Este despliegue incluye aviones de reconocimiento P8 Poseidon, destructores, un submarino nuclear y un barco de guerra equipado con misiles, lo que ha elevado la presencia militar estadounidense a niveles significativos en la región.
La medida, según las autoridades estadounidenses, tiene como objetivo combatir a los carteles de drogas y controlar el tráfico ilegal de sustancias y personas, aunque el gobierno cubano cuestiona la veracidad de esta justificación y advierte sobre posibles riesgos geopolíticos.
En meses recientes, la polémica se intensificó tras la publicación de una carta del secretario de Defensa Pete Hegseth en la que se redefinían las competencias tradicionales del ejército de Estados Unidos, extendiendo su mandato a misiones de control fronterizo, represión del contrabando y defensa contra amenazas como el tráfico de drogas y la migración masiva.
Estas interpretaciones amplias generan preocupación entre los países latinoamericanos, quienes temen que la presencia militar pueda derivar en tensiones o confrontaciones no deseadas.
La postura de Cuba coincide con los principios establecidos en 2014 por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en los que se declara a la región como "zona de paz" y se rechazan acciones militares que puedan alterar la estabilidad regional.
Analistas coinciden en que el aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe podría tener repercusiones diplomáticas significativas, especialmente en un contexto donde la cooperación y la seguridad regional se perciben como esenciales para el desarrollo económico y social de los países del área.
Otros, sin embargo, apoyan las acciones estadounidenses y las ven como una vía a la detención y erradicación del narcotráfico en la región.
Luis Silva, en la piel de Pánfilo, se burla de los apagones en Cuba con un sketch viral
Hace 8 horas
Flor de Cuba desata polémica con fuertes acusaciones contra La Diosa ¿por vender drogas?
Hace 1 hora