El cine británico y de Hollywood pierde a una de sus figuras más emblemáticas: Terence Stamp falleció este domingo a los 87 años. El intérprete, conocido mundialmente por encarnar al villano General Zod en Superman (1978) y Superman II (1980), deja tras de sí una filmografía que abarca seis décadas y un legado artístico que marcó a generaciones.
Su familia informó de la noticia con un breve comunicado en el que destacó que Stamp “deja una obra extraordinaria, tanto como actor como escritor, que seguirá conmoviendo e inspirando a la gente durante años”. También solicitaron privacidad en estos momentos de duelo.
Nacido en Londres en 1938, Stamp irrumpió en la escena cultural de los años sesenta con un estilo carismático y una presencia magnética que rápidamente lo colocaron entre las promesas del cine británico.
Su primera gran oportunidad llegó en "La fragata infernal" (1962) dirigida por Peter Ustinov, papel que le valió una nominación al Oscar como mejor actor secundario. Fue la primera y única de su carrera, pero cimentó su prestigio como intérprete de gran talento.
A lo largo de los años, trabajó con algunos de los nombres más importantes del cine. En 1967 protagonizó "Lejos del mundanal ruido" junto a Julie Christie, entonces su pareja sentimental, y en 1994 alcanzó un nuevo hito internacional con "Las aventuras de Priscilla, reina del desierto", donde interpretó a un travesti con una ternura y valentía que rompieron moldes en la gran pantalla.
Su versatilidad lo llevó a papeles tan distintos como el del alto oficial alemán en "Valkiria" (2008) o el misterioso personaje en "Última noche en el Soho" (2021), su último trabajo cinematográfico.
“Recordar a Stamp es recordar a un actor que nunca se limitó a un solo registro, sino que exploró los límites de lo humano en cada papel”, escribió un crítico británico tras conocerse la noticia de su muerte. Y es que su voz profunda, su mirada penetrante y su presencia en pantalla lo convirtieron en uno de esos actores capaces de robar cada escena.
La noticia de su fallecimiento coincidió con unas polémicas declaraciones de Richard Donner, director de Superman, quien recordó en una entrevista que “Superman siempre fue pensado como un inmigrante en Estados Unidos”. Sus palabras, interpretadas como una crítica velada a políticas antimigrantes recientes, desataron reacciones en sectores cercanos al trumpismo, que rechazaron esa lectura del superhéroe.
Más allá de estas controversias, el nombre de Terence Stamp permanecerá asociado para siempre al General Zod, villano que se convirtió en parte esencial de la mitología de Superman. Su despedida deja un vacío en el cine mundial, pero también la certeza de que su arte seguirá vivo en cada película que protagonizó.
Líderes europeos respaldan a Zelenski y se preparan para una cumbre clave en Washington
Hace 2 horas
EE. UU. despliega 4,000 soldados en Latinoamérica y el Caribe para combatir los carteles
Hace 2 días