Han pasado más de cinco años desde la muerte de El Dany, pero para Yomil Hidalgo el dolor sigue tan intenso como aquel día. En una directa reciente, el reguetonero habló con una franqueza nunca antes vista sobre cómo vivió la partida de su hermano musical, su compañero inseparable en el dúo Yomil y El Dany, y la huella que su ausencia dejó en su vida.
“Empiezo a caminar por todo el Calixto, abriendo puertas, buscando y gritando ‘¿dónde está mi hermano?’”, relató entre lágrimas. “Cuando salí al pasillo y vi a la madre de El Dany llorando, ahí me desplomo. A partir de ahí todo se puso feo”, confesó.
El artista recordó el momento más doloroso: el último adiós en la sala de terapia intensiva. “Él todavía tenía los ojos abiertos. Yo fui el que se los cerré. Le pasé la mano por encima, todavía estaba caliente. Eso no se lo deseo a nadie. Van a pasar mil años y no lo voy a superar”, dijo visiblemente afectado.
Tras aquella escena, todo fue confusión, incredulidad y dolor. “No sé quién me cogió, pero me sacaron de ahí mientras yo gritaba. Me fui al carro llorando, sin creer lo que estaba pasando. Veía llegar a la gente, la policía, y yo ahí, roto”, relató.
Ya en su casa, seguía sin poder asimilar la pérdida. “A la hora del entierro me llamaron para que fuera. Lloré muchísimo. No quería que se me fuera. No me gustaron muchas cosas de ese día: parecía un show, mucha gente que ni conocíamos fue solo para sacar su platica. Eso me dolió.”
Entre lágrimas, Yomil habló también sobre lo que, asegura, realmente ocurrió la madrugada del fallecimiento de su compañero.
“Lo del Dany fue una negligencia. Él amaneció con dolor en el pecho y el brazo. La enfermera le dijo que se pusiera música, que se le iba a quitar… y no volvió a pasar. Dos horas después le dio el primer infarto”, afirmó con rabia y tristeza. “Por culpa de esa enfermera se jodió una niña, una familia, una carrera. Yo quería que se hiciera justicia.”
El reguetonero lamentó, además, que tras la tragedia circularan rumores falsos y versiones manipuladas.
“Muchos medios dijeron barbaridades, que si fue una sobredosis, que si lo mataron… Yo estaba destruido. Ese día solo hablé con Daniela, la única persona con la que pude hablar esa noche”, recordó.
Aunque el tiempo ha pasado, Yomil sigue sintiendo el vacío de su amigo y socio musical. Cada día 18, fecha en que se conmemora su partida, el cantante le rinde homenaje, manteniendo viva la memoria del artista que marcó una generación del género urbano cubano.
“Él era mi hermano, mi mitad. Y aunque ya no esté, lo llevo conmigo siempre”, dijo, dejando claro que el lazo entre ambos trasciende el tiempo y la música.
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