El presidente de Estados Unidos Donald Trump declaró que las negociaciones destinadas a poner fin a la guerra en Ucrania atraviesan su momento “más prometedor” desde el inicio del conflicto. Tras un encuentro en Mar-a-Lago con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, Trump afirmó que ambas partes están “significativamente más cerca” de un entendimiento, aunque admitió que aún quedan cuestiones extremadamente delicadas por resolver, sobre todo en relación con las zonas ocupadas en el este del país.
Según el mandatario estadounidense, el avance del proceso podría rondar “el 95%”, una cifra que subraya su confianza en que el marco general del acuerdo ya está prácticamente delineado.
La reunión, que fuentes cercanas describieron como extensa y directa, se produjo pocas horas después de un nuevo ataque ruso contra la capital ucraniana. En este contexto de tensión, Washington ha acelerado su actividad diplomática, buscando combinar presión política, incentivos estratégicos y la mediación de terceros actores que puedan contribuir a reducir la intensidad del conflicto. Medios como The Washington Post y Politico señalaron que funcionarios de la Casa Blanca consideran que las conversaciones han entrado en una fase “crítica”, donde cada gesto de las partes podría influir en el equilibrio final de la negociación.
Trump también confirmó que sostuvo una conversación previa con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que, según él, intercambiaron impresiones sobre las condiciones necesarias para un acuerdo sostenible. Aunque no ofreció detalles sobre dicha llamada, insistió en que percibe una “disposición real” por parte del Kremlin a considerar alternativas que disminuyan la presión militar y económica que ha generado el prolongado conflicto. Agencias como Reuters y Associated Press han informado que Moscú estaría evaluando propuestas que incluyen modificaciones en la línea de control actual y garantías de seguridad para las poblaciones rusoparlantes en las regiones orientales.
Zelensky llegó al encuentro con el objetivo de impulsar garantías firmes para la soberanía ucraniana y el restablecimiento de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Aunque no se filtraron declaraciones extensas del mandatario ucraniano tras la reunión, medios como BBC News indicaron que su delegación quedó “satisfecha” con la postura estadounidense, especialmente en lo referente a la continuidad de la asistencia militar mientras no exista un acuerdo final.
Trump reiteró que detener la guerra es una prioridad absoluta para su administración. Subrayó que cada mes de conflicto deja un saldo devastador en vidas humanas, destruye infraestructuras esenciales y prolonga la inestabilidad en Europa Oriental. Además, advirtió que, si no se logra un entendimiento en un plazo razonable, el desgaste podría arrastrar a la región a un escenario aún más peligroso.
Aunque quedan desafíos complejos por delante, la reunión en Mar-a-Lago alimentó expectativas de que la vía diplomática podría finalmente abrir una oportunidad real de paz tras casi tres años de enfrentamientos. Según Trump, “el momento es ahora”.
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