A la 1:30 a.m. de este jueves, comenzó el traslado hacia sus destinos de los pasajeros del tren Holguín–La Habana que sufrió un descarrilamiento la noche anterior cerca del poblado de Bartle, a la salida de la ciudad de Las Tunas, informó el periodista Ordey Díaz Escalona.
Para la operación, se movilizó un grupo significativo de ómnibus de todas las empresas transportistas de la provincia, con apoyo de sus similares de Holguín.
La acción logística estuvo coordinada directamente por las máximas autoridades del territorio, quienes permanecieron durante todo el tiempo en la estación ferroviaria, donde se concentraron los pasajeros tras el incidente.
Durante su estancia en la terminal, los 577 pasajeros y 35 tripulantes recibieron atención completa, que incluyó servicios sanitarios y alimentación, garantizando que la espera fuese lo más segura y cómoda posible.
El descarrilamiento afectó la locomotora y el primer coche del tren, aunque no se reportaron heridos ni lesiones entre los pasajeros o tripulación. No obstante, el accidente provocó daños en la vía férrea, lo que impidió la circulación normal del tren hasta que se solucionara la avería.
Según Díaz Escalona, la coordinación entre las empresas transportistas permitió minimizar riesgos y garantizar la continuidad del viaje de los pasajeros.
Este incidente recuerda la importancia de mantener protocolos de seguridad y preparación logística en el sistema ferroviario cubano, sobre todo cuando se trata de trenes de larga distancia con cientos de personas a bordo.
El traslado seguro de todos los pasajeros evidencia que, aun ante imprevistos, la coordinación y el despliegue rápido de recursos son clave para proteger vidas y garantizar la atención necesaria.
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