Un sistema de tormentas sin precedentes ha golpeado el centro de Estados Unidos, dejando a su paso devastadores tornados, inundaciones y al menos siete muertos en distintos estados. Las condiciones meteorológicas extremas han afectado gravemente a comunidades desde Texas hasta Indiana, con la amenaza de más tormentas en las próximas horas.
Missouri, Tennessee e Indiana han sido algunos de los estados más golpeados por el fenómeno. En Missouri, el jefe del Distrito de Protección contra Incendios de Whitewater, Garry Moore, falleció mientras intentaba ayudar a un automovilista varado, según las autoridades.
En Indiana, un hombre de 27 años perdió la vida tras chocar contra cables eléctricos caídos en la carretera. Al intentar salir de su vehículo, entró en contacto con los cables y sufrió una descarga mortal.
Tennessee ha registrado al menos cinco fallecidos, según confirmó el gobernador Bill Lee. La pequeña ciudad de Selmer, situada entre Memphis y Nashville, sufrió el impacto de un potente tornado que dejó una "inmensa devastación", según las palabras del gobernador.
Debido a la gravedad del fenómeno, Tennessee y Kentucky han declarado el estado de emergencia. "Nos enfrentamos a una de las tormentas más intensas que hemos pronosticado", advirtió el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, instando a la población a tomar precauciones.
A la amenaza de tornados se suma el peligro de inundaciones repentinas, especialmente en el sur del país, donde las lluvias torrenciales han causado desbordamientos de ríos y anegaciones en diversas zonas. Nashville decidió cerrar sus escuelas públicas ante el avance de la tormenta.
Dos de los tornados más potentes tocaron tierra en Arkansas y Tennessee, alcanzando vientos de hasta 257 km/h. Según el Servicio Meteorológico Nacional, ambos fueron clasificados como EF-3, lo que indica una fuerza destructiva significativa.
A medida que el sistema de tormentas avanza, los meteorólogos advierten que el riesgo de más tornados e inundaciones continuará, por lo que las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de seguridad.