Los problemas con el abastecimiento de combustible han dejado secas las patanas turcas ancladas en el Mariel y en la bahía de Santiago de Cuba, mientras que la ubicada en la bahía de La Habana se mantiene funcionando a penas por el mismo motivo.
Unido a todos los problemas de malfuncionamiento en las centrales eléctroenergéticas del país, ahora se suma la carencia de combustible en varias de las centrales eléctricas flotantes del país, conocidas como “patanas turcas”, algo que ha trascendido en las últimas horas.
La fuente de la infausta noticia es el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, quien compartió información actualizada de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) en la que reconoció que la falta de combustible afecta a la generación eléctrica de varias centrales flotantes, ancladas en los puertos de La Habana, Mariel y Santiago de Cuba.
Los problemas con el abastecimiento de combustible han dejado seca la patana turca anclada en el Mariel. Según Alonso, el barco con el combustible necesario para esta central no ha podido entrar a puerto por las adversas condiciones meteorológicas asociadas al paso del huracán Helene.
El problema radica en achacar la culpa a factores externos como el huracán Helene y no a la ineficiencia de un sistema incapaz de resolver los problemas diarios de la nación. “El barco ha estado dos días sin poder entrar al puerto por las condiciones del tiempo. Esperan realizar el atraque después del mediodía de hoy”, dijo el periodista este sábado en sus redes sociales.
Completamente inoperante se encuentra la central flotante de Santiago de Cuba, que está apagada por falta de combustible, reconoció la empresa estatal que dirige Alfredo López Valdés. Además, la patana turca instalada en la Bahía de La Habana se encuentra con la generación disminuida por la misma razón. Según la UNE, el barco con combustible entrará el domingo a suministrar.
Esta última infraestructura fue escenario de un incendio ocurrido el jueves en el que ocho personas resultaron heridas mientras se realizaban trabajos de soldadura. Según Félix Estrada Rodríguez, director general de despacho nacional de carga de la UNE, el fuego se controló con rapidez y la unidad no sufrió daños que afectaran a la generación eléctrica. "La unidad se encuentra disponible con sus cuatro motores, no sufrió ningún daño que implique no dar la generación al sistema", comentó Estrada Rodríguez a la televisión oficialista sin ofrecer información alguna sobre el estado de salud de los lesionados que se encuentran hospitalizados, entre los cuales un ciudadano turco se encontraba en estado grave con peligro para la vida.
En medio del oscuro panorama que atraviesa la generación eléctrica del país, que ha obligado a aumentar el número y la duración de los ya prolongados y frecuentes apagones que sufre la población, se agrava la situación del ya colapsado sistema electroenergético nacional (SEN) con la desconexión de las patanas turcas.
En la noche de este viernes, la UNE reportó una afectación máxima de 1,218 MW. En la mañana del sábado, en el SEN continuaban apagados más de 800 MW. Lejos de disminuir con el paso de las horas, la UNE pronostica que aumenten y “para el mediodía se estima una afectación superior a los 900 MW”, dijo Alonso. Para la hora pico de esta noche, la empresa estatal avisa a sus clientes que “el apagón estimado es de 1,221 MW”.
En noviembre de 2021, las autoridades del régimen cubano informaban de la llegada de una cuarta patana turca que se uniría a otras tres radicadas en la bahía de Mariel, que operan desde 2019 fruto de un acuerdo entre Cuba y la empresa turca Karadeniz Holding. A fecha de hoy, luego de varios movimientos de centrales flotantes dentro de puertos cubanos y la marcha de otras, se desconoce el número exacto de estas infraestructuras que están operando en Cuba.
No es la primera vez que las centrales eléctricas flotantes de Turquía se quedan sin combustible para la generación eléctrica en Cuba. En abril, la UNE informaba de problemas en el suministro de combustible para las patanas de Moa, Holguín y de Santiago de Cuba. A finales de agosto de 2022, una fuente anónima vinculada al Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) indicó que el régimen cubano pagaba el alquiler de una nueva central eléctrica flotante con la concesión de la gestión del astillero de La Habana a la empresa turca Karadeniz Holding. “Los turcos fijaron el arrendamiento mensual en 260 millones de dólares estadounidenses y, como no hay dinero para pagarles, les ofrecieron la concesión -por 25 años- del astillero de La Habana".
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