Tras tres días de ausencia en redes sociales, Sandro Castro, nieto del fallecido dictador Fidel Castro, reapareció con un nuevo video que ya desata comentarios y polémicas.
El joven, que desde hace meses se muestra como “un cubano más” en medio de la crisis del país, esta vez se grabó en una finca improvisando un espectáculo.
En la grabación, Sandro suelta su característico desparpajo:
“¡Háblate, toro! ¡Háblate, torito! ¡Háblate, gallina! ¡Marisela, relájate, que tienes una cara de no verla pasar, mija! ¡Háblate, cacharro! ¡Háblate, puerco! Entonces, ¿dónde está Magnolia? ¡Oíste, Magnolia, que te traje al final al rodeo! Dale por ahí para allá y ponte a buscar hierba, porque...
A mí, de momento, se me sube una cosa que es la bilirruina cuando veo esto. De esas carnitas que tú quieres pero que no se ven y no existen. Y lo mismo me sirve un viaje por Europa que otro para Venezuela, chicos.
¿Pa’ Yuma? ¡Oye, cómo que pa’ Yuma? ¡Corta!”.
El video, reseñado en el perfil de Pilar de Cuba, incluye además una alusión indirecta a Gerardo Hernández Nordelo, uno de los llamados Cinco Héroes de la República de Cuba. Pilar asegura que Sandro lo mencionó que es “un punto”, referencia que no pasó inadvertida en los comentarios de los seguidores.
En los últimos tiempos, Sandro Castro se ha reinventado como una especie de figura mediática que mezcla humor, incoherencias para unos y mucha lucidez para otros, ocurrencias rurales, historias cotidianas y hasta comentarios sobre la política sin tocarla de frente.
Él mismo ha dicho que vive “como cualquier cubano”, asegurando que se le va la luz y el agua, que no tiene escoltas, y que enfrenta carencias que suple por su cuenta.
Al mismo tiempo, mantiene un nivel de vida notablemente diferente al promedio ¿gracias a los dos bares que posee en La Habana?, no lo sabemos, se mueve entre círculos de artistas, amigos y clientes con poder adquisitivo.
Su figura genera constante contradicción: mientras algunos lo siguen por su tono irreverente, otros le reprochan frivolizar la miseria nacional desde una posición privilegiada.
Con su reaparición en la finca, Sandro Castro vuelve a mostrarse como un personaje excéntrico, dueño de un estilo que oscila entre la comedia improvisada y la autopromoción, en un país donde cada gesto público de la familia Castro es mirado con lupa.
Limay Blanco auxilia a madre cubana en extrema pobreza y pide ayuda para darle una casa
Hace 2 horas
Denuncian cierre de servicios en la Maternidad de Línea: impotencia y desamparo sanitario
Hace 1 día
Ricardo Arjona reaparece en el US Open y habla del deporte que practica hace mucho tiempo
Hace 1 día