Un nuevo derrumbe en Centro Habana volvió a exponer la profunda crisis habitacional que golpea a la capital cubana. La madrugada del lunes, parte de un edificio en la calle Reina, entre Manrique y San Nicolás, colapsó dejando a una mujer de 75 años hospitalizada y a unas 50 personas sin hogar.
El desplome ocurrió alrededor de las 6:30 a.m., cuando una habitación del tercer piso se vino abajo sobre el segundo. La víctima, identificada como Magaly, quedó atrapada bajo los escombros y fue rescatada por vecinos que lograron sacarla con vida. Ahora permanece ingresada en un hospital habanero.
En el inmueble, que albergaba a unas 15 familias, la tragedia ha dejado a decenas de personas a la intemperie, durmiendo en portales, sillas y aceras por temor a que el resto de la estructura termine de colapsar.
“¿Para dónde nos van a mandar, para el campo? Yo para el campo no voy porque me voy a morir de hambre. ¿Por qué no nos mandan para el hotel Lincoln que está vacío?”, cuestionó una de las residentes mayores, reflejando la desesperanza de quienes no encuentran alternativa inmediata.
Los damnificados pasaron la noche a la intemperie, vigilando los escombros de lo que hasta ayer era su hogar. Las imágenes muestran rostros exhaustos, sobre todo de ancianos y niños, que permanecen en el lugar sin refugio ni asistencia real de las autoridades.
El inmueble no era cualquier edificio: antes de 1959 había albergado la Cámara de Comercio China, pero tras décadas de abandono se había convertido en otra de las muchas estructuras en riesgo de desplome en Centro Habana. Los vecinos aseguran que el deterioro era evidente desde hace años, pero nunca recibieron respuesta para reparaciones o reubicación.
Representantes de Vivienda y del Poder Popular municipal acudieron brevemente al lugar tras el colapso, pero según relataron los residentes, se marcharon sin ofrecer soluciones concretas. La incertidumbre pesa ahora sobre las familias, que temen quedar desamparadas permanentemente.
El caso de Reina y Manrique no es un hecho aislado. Cada año, La Habana registra decenas de derrumbes, muchos de ellos mortales, consecuencia directa del deterioro del parque habitacional y la incapacidad del régimen para garantizar condiciones mínimas de vivienda.
La capital cubana arrastra un déficit habitacional que afecta a cientos de miles de familias. En barrios como Centro Habana, con edificaciones centenarias y falta crónica de mantenimiento, el riesgo de nuevos colapsos es constante.
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