La inseguridad en Cuba continúa creciendo hasta alcanzar espacios que antes parecían intocables. Esta vez, la víctima fue Brayan Álvarez, hijo del legendario músico Adalberto Álvarez y actual director de la agrupación “Adalberto Álvarez y su Son”, quien denunció el robo de sus instrumentos musicales en La Habana.
El hecho ocurrió en el local de ensayos de La Tropical, donde la agrupación guarda parte de sus equipos de trabajo. Según relató el propio artista en sus redes sociales, delincuentes irrumpieron en el lugar y se llevaron su piano junto a otros instrumentos y equipos esenciales para el trabajo musical de la orquesta.
“Anoche, en La Tropical, lugar donde ensayamos y guardo mis instrumentos, me robaron mi piano y otros equipos con los que trabajamos. Me siento muy triste y a la vez indignado. Ese piano no es solo un objeto: es parte de mi vida, de mi música, de lo que soy”, expresó Brayan en un mensaje público.
El músico, visiblemente afectado, pidió ayuda a la ciudadanía para recuperar sus pertenencias. “Por eso les pido, de corazón, que me ayuden a compartir este mensaje. Si alguien lo ve o recibe información, por favor comuníquense conmigo. Necesito recuperarlo”, añadió, dejando incluso su número de teléfono y ofreciendo una recompensa.
El robo ha generado indignación en el sector cultural y entre los seguidores de la agrupación. Muchos ven este hecho como una muestra más del deterioro social y de la creciente criminalidad en el país, donde ni los espacios dedicados al arte están libres del azote de la delincuencia.
La pérdida de un piano en manos de un músico profesional no es comparable a la de un objeto cualquiera. Se trata de una herramienta de trabajo, de un instrumento que acompaña la creación artística y que, en este caso, formaba parte del legado musical heredado de su padre.
Este suceso también pone de relieve las condiciones de vulnerabilidad que enfrentan artistas e instituciones culturales en Cuba. A la falta de recursos y al deterioro de los locales, ahora se suma la inseguridad que amenaza la continuidad de la labor artística.
En los últimos meses, diversos reportes ciudadanos han dado cuenta de un incremento de robos y asaltos en la isla, desde viviendas y comercios hasta espacios públicos. Ahora, el hurto de instrumentos a uno de los músicos más reconocidos de la escena cubana marca un nuevo capítulo de la crisis social.
Brayan Álvarez continúa pidiendo apoyo para recuperar sus equipos. “Ese piano no es solo un instrumento. Es mi vida entera y necesito volver a tenerlo conmigo”, dijo en su mensaje.