El opositor cubano José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), reapareció desde Miami con un contundente mensaje tras las protestas en Baire, Santiago de Cuba, donde decenas de vecinos salieron a las calles para denunciar los apagones, la escasez y la represión del régimen.
Ferrer, recientemente excarcelado y desterrado a Estados Unidos, aseguró que su salida de la isla no significa el fin de su lucha, sino el inicio de una nueva etapa para amplificar la voz de los cubanos oprimidos. “Santiago de Cuba, tierra del Grito de Baire, vuelve a ser símbolo de coraje. Toda Cuba debe amplificar estos gritos de libertad. Habrá nuevos presos políticos; ellos y sus familias necesitarán de todo nuestro apoyo. ¡Abajo la tiranía!”, escribió el líder opositor en sus redes sociales.
La manifestación, ocurrida el jueves por la noche, comenzó cuando barrios enteros de Baire quedaron más de 30 horas sin electricidad ni agua. Cansados de promesas vacías, los vecinos salieron con cazuelas en mano, gritando consignas contra el Gobierno mientras marchaban hacia el Parque Central, frente a la unidad policial del municipio.
De inmediato, el Ministerio del Interior y la Seguridad del Estado desplegaron un operativo con agentes uniformados y de civil, mientras el régimen cortaba el acceso a Internet en toda la zona, en un intento de silenciar lo ocurrido. Sin embargo, varios residentes lograron subir videos que muestran a personas coreando “¡Libertad!” y “¡Abajo la dictadura!”, lo que provocó una ola de solidaridad dentro y fuera de Cuba.
Ferrer subrayó que el espíritu del oriente cubano siempre ha sido el motor de las grandes luchas por la independencia y la libertad. “El mismo lugar donde en 1895 comenzó la guerra contra el colonialismo español vuelve a ser el epicentro del despertar popular”, afirmó.
Desde el exilio, el opositor pidió a los cubanos dentro y fuera de la isla no guardar silencio ante la represión, sino amplificar las denuncias en redes sociales y exigir la liberación de los detenidos. “El régimen podrá cortar la luz, el agua y la conexión, pero no podrá apagar la dignidad de un pueblo que ya perdió el miedo”, expresó.
Mientras Baire amanecía militarizado, con patrullas en cada esquina, el eco de sus cacerolas seguía resonando en toda Cuba y más allá.
“El nuevo grito de Baire no se apaga, se multiplica”, concluyó Ferrer.
Video: ElToque