El régimen cubano aplicó una reforma al Decreto-Ley 22 de 2020 en la que impone el pago de aranceles en dólares a las importaciones no comerciales de ciertos artículos. La medida, que se implementa desde el 1 de enero, introduce cambios significativos en las políticas de importación para viajeros, según lo dispuesto en el Decreto-Ley 101, publicado en la Gaceta Oficial.
Estas modificaciones afectan principalmente las condiciones de pago de los aranceles aduaneros, los métodos de cálculo y la moneda aceptada para abonar las tasas aduaneras. El nuevo decreto actualiza las disposiciones del Decreto-Ley 22 de 2020, que regulaba las importaciones no comerciales, es decir, aquellas realizadas por personas naturales o jurídicas para consumo personal o uso específico.
Entre los cambios más relevantes se destaca la obligatoriedad de pagar los aranceles en dólares estadounidenses (USD) o en otras monedas fuertes, para ciertos productos importados.
Además, se introducirá la posibilidad de aplicar tarifas específicas por la cantidad de productos importados, en lugar de calcular solo un porcentaje sobre el valor de los mismos (derecho ad-valorem). Uno de los principales efectos de estas modificaciones será la introducción de pagos en dólares estadounidenses o su equivalente en otras divisas fuertes para algunos productos importados, lo cual podría generar costos adicionales para los viajeros, especialmente aquellos provenientes de Estados Unidos.
El cálculo de los aranceles continuará basándose en un porcentaje del valor de los productos, pero también podrá incluir tarifas fijas para ciertos artículos. El Ministerio de Finanzas y Precios contará con la facultad de ajustar las escalas tarifarias y decidir en qué moneda se deberá abonar el adeudo, "en función de los intereses económicos del país".
Otro cambio importante en el Decreto-Ley 101 es la autorización excepcional para que las entidades estatales cubanas puedan realizar actividades no comerciales, siempre que beneficien a la economía nacional. Esta medida otorga mayor flexibilidad en las importaciones de estas entidades. Además de los cambios en las políticas aduaneras, a partir del 1° de abril de 2025, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba exigirá que todos los ciudadanos cubanos residentes en el extranjero ingresen al país con un pasaporte cubano vigente, una medida que pondrá fin a la excepción establecida durante la pandemia de COVID-19.
Esta disposición afectará a aquellos cubanos que, durante la crisis sanitaria, pudieron viajar a Cuba con pasaportes vencidos. La medida responde a la normalización de los vuelos internacionales y al restablecimiento de los servicios consulares. Estas nuevas normativas buscan optimizar la recaudación aduanera y garantizar una gestión más eficiente de las divisas en el país por parte del gobierno, en una profunda crisis y urgido de captar la mayor cantidad de divisas posible.
A fines de diciembre el gobierno cubano aprobó un documento que regulaba la "dolarización parcial de la economía", según anunció el primer ministro Manuel Marrero Cruz durante el cuarto periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional. Esta medida reflejó la creciente influencia del dólar estadounidense en el país, que en el mercado negro se cotiza por encima de los 300 pesos cubanos.
La "dolarización parcial" implica un mayor uso del dólar estadounidense en ciertos sectores económicos en Cuba, como el comercio mayorista y minorista, así como el pago de aranceles. También se aceptará efectivo en dólares en sectores estratégicos como el turismo, para captar más ingresos en divisas.
El gobierno cubano ha decidido aceptar pagos en dólares en efectivo para mejorar la liquidez y captar más divisas en medio de una grave crisis económica. Esta medida busca facilitar transacciones en sectores donde las tarjetas de crédito no siempre funcionan, como el turismo.