El atentado contra el senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay ha desatado una ola de condenas internacionales y ha reavivado el debate sobre la violencia política en el país. El hecho ocurrió durante un acto de campaña en la localidad de Fontibón, en Bogotá, donde Uribe fue alcanzado por disparos en la cabeza y la nuca mientras pronunciaba un discurso.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran el momento exacto del ataque, así como la conmoción posterior, con el político gravemente herido siendo asistido por sus acompañantes. Uribe Turbay, de 39 años, fue trasladado de urgencia a la Fundación Clínica Santa Fe, en el norte de la capital colombiana, donde permanece en estado delicado.
Las reacciones no se hicieron esperar. Diversas figuras políticas nacionales e internacionales expresaron su repudio al atentado y su respaldo a Uribe y su familia. Uno de los pronunciamientos más destacados provino del Gobierno de Estados Unidos, a través del secretario de Estado, Marco Rubio, quien no sólo condenó el hecho, sino que cuestionó directamente el clima político en Colombia.
“Estados Unidos condena con la mayor firmeza el intento de asesinato del senador Miguel Uribe. Este ataque constituye una amenaza directa a la democracia”, expresó Rubio en un comunicado oficial. Además, responsabilizó de forma indirecta al entorno político del presidente Gustavo Petro al señalar que “la violenta retórica izquierdista proveniente de las más altas esferas del gobierno colombiano alimenta un ambiente hostil y peligroso”.
Rubio, conocido por su postura crítica hacia los gobiernos de izquierda en América Latina, instó al presidente Petro a “moderar su discurso incendiario y garantizar la protección de todos los funcionarios públicos, sin distinción política”. También recordó que Colombia ha hecho importantes avances en las últimas décadas para consolidar la democracia, y advirtió sobre el riesgo de retroceder hacia épocas de violencia política que marcaron el pasado reciente del país.
El senador Uribe Turbay, miembro del partido opositor Centro Democrático, ha sido una de las voces más firmes contra el gobierno de Petro, lo que añade tensión a un escenario político ya polarizado.
Desde todos los sectores políticos del país se han alzado llamados a respetar la vida y la democracia. Sin embargo, el atentado refuerza la percepción de inseguridad y recrudece la confrontación entre el oficialismo y la oposición, en un momento clave de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
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