El empresario cubanoamericano Joseph Hernández, hijo de un ex preso político, ha irrumpido en la carrera por la alcaldía de Nueva York con un discurso que mezcla su historia personal de exilio con un mensaje de seguridad y orden. A pesar de ser un candidato independiente, sin el respaldo de los grandes partidos, asegura haber recaudado casi 300 mil dólares en apenas un mes de campaña, una cifra modesta frente a los millones que suelen mover las campañas neoyorquinas, pero significativa para un aspirante que empieza desde cero.
En entrevista con Fox News Digital, Hernández, de 52 años, aseguró que cuenta con una red de donantes “muy comprometidos”. “Creemos que contamos con mucho apoyo y seguimos pidiendo respaldo porque esta es una gran batalla. Esta es una maquinaria política que nos está combatiendo”, afirmó.
Nacido en Camagüey, emigró con su familia a Estados Unidos tras la prisión política de su padre en Cuba. Desde entonces levantó una carrera empresarial en el sector salud y tecnológico, fundando más de una decena de compañías y dirigiendo la firma de inversión Blue Water Venture Partners, con sede en Manhattan.
Su campaña busca conectar con votantes preocupados por la inseguridad y el costo de la vida. Entre sus propuestas más destacadas, Hernández plantea contratar a 10,000 policías adicionales, modernizar los servicios públicos con inteligencia artificial y reconvertir oficinas vacías en viviendas asequibles. “La ciudad no es segura. No se puede viajar en metro de noche. Las mujeres sufren ataques casi a diario. Aquí hay robos, no hay ley ni orden, no hay respeto por la ley”, sentenció.
El gran adversario en esta contienda es el asambleísta demócrata Zohran Mamdani, referente de la izquierda progresista, quien propone transporte público gratuito, cuidado infantil universal y congelación de alquileres. Según una encuesta de Siena, Mamdani lidera con el 44% de apoyo, seguido por Andrew Cuomo (25%), Curtis Sliwa (12%) y el actual alcalde Eric Adams (7%).
La confrontación entre ambos candidatos refleja un choque ideológico profundo: mientras Mamdani levanta la bandera de la justicia social y la equidad, Hernández se define como su polo opuesto, prometiendo disciplina, ley y orden. “Conozco el comunismo. Lo viví. Recuerdo las colas por el pan y la carne. No quiero eso para Nueva York”, dijo en su primer acto en el Alto Manhattan.
Aunque aún debe multiplicar sus recursos para competir, Hernández confía en que su biografía y su mensaje de alerta contra lo que llama “la amenaza comunista” lo conviertan en un actor incómodo pero necesario en la carrera más costosa y disputada de la política neoyorquina.
Luis Silva, en la piel de Pánfilo, se burla de los apagones en Cuba con un sketch viral
Hace 7 horas
El lobo de Dios: los secretos más oscuros del ex sacerdote Marcial Maciel salen a la luz
Hace 1 hora