En medio del punto más activo de la temporada ciclónica, el meteorólogo cubano Raydel Ruisánchez compartió noticias alentadoras: no se espera la formación de ningún ciclón tropical en los próximos siete días.
La información fue divulgada por el especialista en sus redes sociales, donde explicó que la onda tropical que se desplazaba por el Atlántico ha perdido todo su potencial de desarrollo debido a condiciones atmosféricas desfavorables.
A pesar de la buena noticia, Ruisánchez subrayó que esta calma podría ser temporal, ya que la temporada ciclónica sigue activa hasta el 30 de noviembre, siendo septiembre el mes con mayor actividad histórica.
Por ello, insistió en la importancia de mantenerse informados por fuentes oficiales y evitar la desinformación que puede generar alarma innecesaria.
Esta pausa en la actividad ciclónica representa un respiro para Cuba y el Caribe, que han estado bajo vigilancia meteorológica constante en las últimas semanas ante el desarrollo de sistemas como el AL91, una amplia área de baja presión que finalmente no logró fortalecerse.
El llamado a la prudencia y preparación continúa vigente, ya que las condiciones meteorológicas en el Atlántico pueden cambiar rápidamente.
En los últimos años, Cuba ha sido impactada por varios ciclones significativos que dejaron huellas importantes: Ian (2022) – Uno de los más recientes y devastadores. Tocó tierra en Pinar del Río como categoría 3, provocando fuertes inundaciones, cortes eléctricos masivos y daños severos en infraestructuras y viviendas.
Irma (2017) – Fue un huracán de categoría 5 en su punto máximo, y aunque impactó el norte de la isla como categoría 4, causó estragos en varias provincias, especialmente en el litoral norte de Villa Clara y Ciego de Ávila.
Sandy (2012) – Tocó tierra en la región oriental como categoría 3, afectando seriamente a Santiago de Cuba y otras provincias del oriente cubano, dejando miles de viviendas dañadas.
Estos antecedentes refuerzan la necesidad de no confiarse, incluso en días de buenas noticias, y de tener listos los planes de emergencia familiar, actualizar suministros y seguir los canales oficiales como el Instituto de Meteorología de Cuba y el Centro Nacional de Huracanes.