El centro de detención de inmigrantes conocido como “Alligator Alcatraz”, situado en los humedales de los Everglades, Florida, continuará en funcionamiento luego de que un tribunal federal de apelaciones suspendiera la orden judicial que exigía su cierre.
La decisión fue tomada este jueves por un panel del 11º Circuito en Atlanta, con una votación de 2 a 1, bloqueando temporalmente la orden emitida por la jueza federal Kathleen Williams.
Williams había dictaminado en agosto que el centro debía ser cerrado antes de finalizar octubre, debido a que su construcción violaba leyes ambientales federales. La demanda fue presentada por la organización Friends of the Everglades, el Center for Biological Diversity y la tribu indígena Miccosukee, quienes denunciaron que el gobierno no realizó la revisión ambiental obligatoria para construir en un ecosistema tan frágil como los Everglades.
Sin embargo, la decisión del tribunal de apelaciones permite que las operaciones del centro continúen mientras se resuelve el litigio. Las autoridades de Florida, incluyendo al gobernador Ron DeSantis, aplaudieron la decisión como una victoria política y legal. El fiscal general del estado, James Uthmeier, declaró que se trata de “una victoria para Florida y para la agenda del presidente Donald Trump”.
“Alligator Alcatraz está abierto para los negocios”, afirmó DeSantis en redes sociales. “Vamos a seguir liderando el camino en materia de control migratorio”. La administración estatal ha argumentado que cerrar el centro implicaría costos de entre 15 y 20 millones de dólares, además de afectar la capacidad para responder a lo que califican como una “crisis migratoria sin precedentes”.
En contraste, organizaciones ambientalistas y de derechos civiles continúan denunciando las condiciones dentro del centro. Se han reportado problemas graves de salubridad, falta de ventilación, hacinamiento y trato inhumano hacia los detenidos, muchos de ellos migrantes en espera de juicio o deportación. Exempleados han brindado testimonios sobre negligencia, abuso y restricciones extremas a las visitas legales.
Mientras el proceso legal sigue en curso, el futuro de Alligator Alcatraz permanece en el centro del debate político y social en Florida, donde se enfrentan dos visiones opuestas: el control migratorio severo frente a la defensa del medio ambiente y los derechos humanos.
Fuente: Associated Press
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