En la madrugada del 1 de enero, Nueva Orleans fue escenario de una tragedia que ha dejado al menos 15 muertos y más de 30 heridos tras un atropello masivo en la emblemática calle Bourbon Street. El atacante, identificado como Shamsud Din Jabbar, un ciudadano estadounidense de 42 años, fue abatido por la policía tras disparar contra la multitud y enfrentarse a las autoridades.
El incidente, calificado como acto terrorista por el FBI, ha generado conmoción a nivel nacional. Din Jabbar, nacido en Texas y residente en Houston, sirvió en las Fuerzas Armadas durante más de una década antes de trabajar en el sector inmobiliario y, más recientemente, para la consultora Deloitte. En el momento del ataque, conducía una camioneta alquilada, en cuyo interior se encontraron explosivos, un rifle semiautomático y una bandera del Estado Islámico (ISIS)
Din Jabbar irrumpió con su camioneta en Bourbon Street, atropellando a cientos de personas que celebraban el Año Nuevo. Tras recorrer tres cuadras y disparar contra la multitud, fue interceptado en Canal Street, una de las principales arterias de la ciudad. Vestido con uniforme militar, abrió fuego contra la policía antes de ser abatido, dejando heridos a dos agentes.
Horas antes del ataque, Jabbar había publicado videos en redes sociales expresando su inspiración por ISIS y un deseo de matar. Los investigadores también revisan grabaciones que muestran a varias personas colocando explosivos en la zona, lo que refuerza la hipótesis de que Jabbar no actuó solo.
El presidente Joe Biden condenó el ataque, afirmando que "no hay justificación para la violencia de ningún tipo" y que su administración no tolerará ataques terroristas en el país. Además, Biden confirmó que las autoridades investigan posibles conexiones entre el atropello en Nueva Orleans y la explosión de un vehículo frente al Trump Hotel en Las Vegas la misma noche. Ambos incidentes, perpetrados con vehículos alquilados a través de la aplicación Turo, han suscitado preocupaciones sobre la seguridad en plataformas de alquiler.
La investigación está siendo liderada por el FBI, que ha ejecutado allanamientos en Nueva Orleans, Houston y otros estados en busca de cómplices. "No creemos que Jabbar fuera el único responsable", declaró Althea Duncan, agente especial asistente del FBI. La policía también está trabajando para identificar a las personas captadas en las grabaciones de vigilancia.
Aunque no se ha confirmado si Jabbar era parte de un comando del ISIS o si actuó por cuenta propia tras radicalizarse en internet, el ataque es el más mortífero atribuido a esta organización fuera de Oriente Próximo desde el atentado en Moscú en 2023. Este hecho reaviva el debate sobre la influencia de grupos terroristas en redes sociales y su capacidad para inspirar actos de violencia en solitario.
La tragedia también ha generado controversia política. Donald Trump, presidente electo, aprovechó el ataque para criticar a inmigrantes y su supuesta relación con la delincuencia, pese a que Jabbar era ciudadano estadounidense. Sus declaraciones han sido desmentidas por datos oficiales que muestran una tasa de criminalidad en descenso desde 2022.
Mientras tanto, Deloitte confirmó que Jabbar trabajaba como especialista senior en soluciones hasta el mismo día del ataque, expresando su disposición a colaborar con las autoridades.
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