Una celebración de Año Nuevo terminó en tragedia para una familia nicaragüense en Miami-Dade, cuando una bala perdida le quitó la vida a Desire Yaneliz Munguía, una niña de apenas 10 años.
El incidente ocurrió en el estacionamiento del 2152 del noroeste y la avenida 27th, donde la familia se había reunido para festejar tanto la llegada del nuevo año como el cumpleaños de Desire. Según relatos de testigos, apenas habían pasado cuatro minutos desde el inicio del año cuando la niña cayó al suelo, víctima de un disparo.
“Vimos que la niña se desplomó, y su papá corrió hacia ella. La levantó, pero se dio cuenta de que tenía una herida de bala en la cabeza”, contó su abuelo, Ramón Valdizón, con visible dolor.
Ante la gravedad de la situación, el padre de la niña intentó llevarla rápidamente al hospital. En el camino, paramédicos del condado de Miami-Dade se encontraron con ellos y trasladaron a Desire al Jackson Memorial Hospital, donde fue declarada muerta.
La familia está destrozada por la pérdida de una niña que describen como inteligente, cariñosa y atenta. “Me parte el alma ver a mi hija pasar por esto”, expresó Valdizón, refiriéndose al sufrimiento de la madre de Desire.
Mientras tanto, los detectives de la Oficina de Homicidios de Miami-Dade han intensificado la búsqueda del responsable. Las autoridades creen que el disparo pudo haber sido accidental, pero instan al responsable a entregarse para responder por lo sucedido.
“Sabemos que los accidentes ocurren, pero necesitamos que esa persona haga lo correcto. Esto permitirá que la familia encuentre un poco de paz en medio de este dolor tan grande”, declaró un portavoz de la policía.
Por su parte, Máryuri Zúñiga, otra familiar de la niña, lanzó un mensaje contundente: “El que disparó seguramente cree que no hizo nada, pero en su conciencia lleva un alma. Nos arrebataron a nuestra pequeña”.
La comunidad de Miami-Dade también ha mostrado su solidaridad, compartiendo mensajes de apoyo y esperanza para que las investigaciones conduzcan a la captura del responsable.
Este caso resalta los peligros de disparar al aire durante celebraciones, una práctica que sigue cobrándose vidas inocentes. Para la familia de Desire, la ausencia de su hija, nieta y hermana es una herida que jamás sanará. “Ella se nos escapó de las manos. Nunca imaginamos que esta tragedia nos golpearía así”, concluyó su abuelo.
La policía hace un llamado a cualquier persona con información sobre el caso para que se comunique con las autoridades y contribuya a encontrar justicia para Desire.
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