México legalizó, con una votación esta semana, el matrimonio igualitario en todo el país, un mes después de que Cuba aprobara el polémico Código de las Familias, que contempla la unión civil entre personas del mismo sexo y otras cuestiones como la adopción.
Por mayoría de votos, el Congreso de Tamaulipas aprobó el miércoles reformas al Código Civil de la entidad para reconocer el derecho al matrimonio igualitario, informaron medios locales.
La legisladora panista Nancy Ruiz Martínez, promotora de la iniciativa, dijo que las enmiendas al Artículo 132 coronan una lucha por los derechos ciudadanos que ha costado “lágrimas, esfuerzo y dolor” a muchas personas excluidas de la protección de la ley.
“Ahora, desde esta máxima tribuna lo reitero: no existen personas de primera o segunda clase. Todas las personas debemos gozar de este derecho”, expresó la legisladora, refrendando su compromiso con la comunidad LGBT en la nación norteamericana.
Los cambios fueron aprobados con 23 votos a favor, 12 en contra y una abstención. “Siempre que exista una causa justa por la cual luchar sepan que tienen en mí a una aliada incondicional”, dijo Martínez.
De esa manera, el estado de Tamaulipas se convirtió en la entidad federativa número 32 en aprobar el matrimonio igualitario, extendiendo la legalidad de la figura a todo el territorio mexicano. Al grito de “¡sí se pudo!”, manifestantes celebraron la aprobación, según un reporte de la agencia de noticias AP.
La sesión se desarrolló en medio de cantos y gritos de grupos a favor y en contra, que se encontraban en un balcón del salón. En ciertos momentos interrumpieron las discusiones y obligaron a los congresistas a trasladarse a otro salón para culminar el debate, detalló el medio.
El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, declaró en Twitter: “Todo el país brilla con un enorme arcoíris. Vivan la dignidad y los derechos de todas las personas. Amor es amor”.
En Cuba, el nuevo Código de las Familias, fue aprobado con el 66.87 % de los votos a favor, según las cifras gubernamentales, tras un intenso despliegue propagandístico por el Sí. Fue la primera vez que el régimen comunista de La Habana sometió a votación un proyecto de ley. A los electores se les entregó una boleta donde únicamente podían marcar con una cruz en las palabras "sí" y "no" para responder a la pregunta: "¿Está usted de acuerdo con el Código de las Familias?".