En los últimos años, América Latina ha sido testigo de un proceso sostenido de remoción y renombramiento de símbolos asociados a figuras comunistas e íconos de la izquierda revolucionaria. Calles, avenidas y monumentos dedicados a líderes como Ernesto Guevara y Fidel Castro han sido retirados o rebautizados en varias ciudades de la región, como parte de un debate social y político que busca replantear la memoria histórica en espacios públicos.
Un ejemplo reciente se dio en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde la hasta entonces Avenida Che Guevara cambió de nombre y ahora rinde homenaje a Monseñor Nicolás Castellanos, un misionero español que dedicó gran parte de su vida a proyectos sociales en barrios desfavorecidos.
La decisión fue aprobada por el Consejo Municipal con siete votos a favor, luego de meses de debate sobre la pertinencia de mantener el homenaje a un guerrillero responsable de múltiples asesinatos en Cuba.
Castellanos, quien falleció en febrero de 2025 a los 90 años, es reconocido por iniciativas educativas, apoyo a clubes de madres y programas de becas que beneficiaron a miles de niños y jóvenes en situación de pobreza.
No se trata de un caso aislado. En la Ciudad de México, la alcaldía Cuauhtémoc retiró las estatuas de Che Guevara y Fidel Castro del jardín Tabacalera, luego de denuncias sobre irregularidades en su instalación y quejas de vecinos. La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega señaló que las piezas no contaban con los permisos requeridos y destacó la ironía de que los líderes latinoamericanos no habían solicitado autorización para instalarse en Cuba, por lo que tampoco la tendrían en la Tabacalera.
Estos cambios reflejan un giro en la manera en que varios gobiernos y comunidades interpretan su historia y la presencia de símbolos asociados al comunismo. Mientras algunos consideran que se trata de un reconocimiento a figuras con trayectorias humanitarias y sociales, otros ven en la retirada de bustos y renombramientos un acto necesario para no glorificar figuras vinculadas a la violencia política.
En otros países de la región, la tendencia continúa. Monumentos y calles con nombres de líderes comunistas han sido cuestionados o eliminados, evidenciando un proceso de redefinición de la memoria histórica en América Latina. Esto demuestra que, aunque durante décadas el Che Guevara y otros líderes revolucionarios fueron referentes de la izquierda mundial, hoy muchos municipios y ciudadanos optan por destacar figuras con contribuciones sociales directas, dejando atrás emblemas comunistas que, según la opinión pública, ya no representan los valores actuales de sus comunidades.
Fuente: Periódico Cubano
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