El régimen cubano presentó su Plan de la Economía para 2026, en el que proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 1 %, una cifra que ha desatado burlas, críticas y un escepticismo generalizado tanto entre economistas independientes como entre los propios ciudadanos.
Esta proyección resulta especialmente ridícula si se tiene en cuenta que la Isla encara hoy la peor crisis económica de las últimas décadas, con un decrecimiento acumulado de más del 11 % en los últimos cinco años, según datos del propio ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, y corroborado por organismos internacionales como la CEPAL.
Cuba y Haití son actualmente las únicas economías de América Latina con cifras negativas en 2025, con una caída del PIB de 1,5 % en la Isla y 2,3 % en Haití. Aun así, el régimen intenta mostrar optimismo y proyecta para 2026 un crecimiento de solo 1 %, cifra que muchos califican de irrisoria frente a apagones constantes, escasez de alimentos, transporte colapsado y una inflación crónica que mantiene al país en una situación de precariedad generalizada.
El Plan de la Economía presentado por Alonso Vázquez prioriza pagos básicos, energía y seguridad, mientras se enfatiza la necesidad de "manejar la crisis" y aspirar a una “gradual recuperación”. Sin embargo, los datos oficiales muestran que sectores como la producción azucarera, transporte de pasajeros y generación eléctrica apenas logran cifras marginalmente mejores que en 2025, reflejando la incapacidad estructural de la economía cubana para generar crecimiento real.
En redes sociales, la reacción fue inmediata: cientos de cubanos expresaron su escepticismo y sarcasmo, cuestionando la credibilidad de unas cifras que no reflejan la realidad de las calles ni la desesperación de la población. Economistas críticos aseguran que incluso si se cumpliera ese 1 %, el impacto sobre la calidad de vida de los cubanos sería insignificante, dado que el país arrastra años de contracción y empobrecimiento generalizado.
El contraste entre la proyección oficial y la realidad cotidiana es tan evidente que la propia CEPAL incluye a Cuba en su grupo de países con inflación crónica y alerta sobre la falta de políticas productivas efectivas, la escasez de divisas y la opacidad estadística del régimen.
En otras palabras, mientras el gobierno habla de un crecimiento marginal, la población sigue enfrentando un colapso económico y social que apenas deja espacio para la esperanza. Y es que Cuba se encuentra en un escenario paradójico: mientras se anuncia un crecimiento que roza lo simbólico, la realidad demuestra que la Isla sigue en picada, con un 2026 que, si las tendencias actuales continúan, difícilmente verá mejoras significativas en la vida de sus habitantes.
Fuente: Diario de Cuba
CEPAL ubica a Cuba y Haití entre las economías con peor desempeño de la región en 2025
Hace 18 horas