Dos mujeres cubanas que estaban siendo explotadas sexualmente en Quintana Roo, México, fueron liberadas en un operativo conjunto de la Fiscalía General del Estado y la Guardia Nacional.
Las mujeres cubanas eran parte de un grupo de 29 víctimas forzadas a trabajar en un bar, ofreciendo servicios sexuales por precios entre 5,000 y 10,000 pesos, y realizando bailes eróticos. Entre las víctimas había 10 mexicanas y 19 extranjeras: nueve de Colombia, seis de Venezuela, una de Perú, una de Noruega y las dos cubanas. Siete de las extranjeras fueron entregadas al Instituto Nacional de Migración (INM) para su repatriación.
Las 29 mujeres fueron atrapadas a través de una red mundial de trata de personas, en la que los reclutadores y transportadores tenían contactos en otros países.
"El modus operandi de los tratantes consistía en hacerse amigos de las víctimas, enamorarlas y convencerlas de viajar a Playa del Carmen, prometiéndoles que les conseguirían sus documentos. Sin embargo, al llegar al bar les retenían sus pasaportes y las obligaban a cumplir con una cuota de servicios sexuales bajo la amenaza de dañar a sus familias si no la alcanzaban", explicó la FGE en un comunicado. "Las mujeres eran maltratadas física y psicológicamente de manera constante", añadió.
Las autoridades detuvieron a un hombre, identificado como Julio Alejandro “N”, originario del estado de Chihuahua, donde era buscado por un delito de abuso sexual.