Un grupo de migrantes cubanos denunció recientemente los maltratos y torturas que sufrieron en la frontera de Bielorrusia y Lituania a manos de militares de ambos países, después de partir de Moscú con el propósito de llegar a otro territorio donde establecerse.
“Cuando llegamos a la frontera, nos empezaron a cruzar de Bielorrusia a Lituania continuamente”, expuso Frank, uno de los denunciantes. “Cada vez que nos cogía la policía nos daba corrientazos, golpes, sin piedad (…) Acabaron con nosotros”, aseguró.
Los guardias los retuvieron en una zona cercana a un río, del que se valieron igualmente para maltratarlos sin motivos aparentes. “También nos tiraban al río para que se mojáramos”, comentó Frank.
“A mí me dieron una patada por el trasero y me tiraron al agua”, dijo, asegurando que además hacían comentarios despectivos en inglés a menudo sobre los cubanos. Atravesaron bosques a riesgo de que algún animal los atacara, contó Lorena Ramírez.
Ramírez explicó que tenía los pies hinchados por problemas de circulación que padece, pero los guardias no tuvieron compasión por ello. “Pasamos lo peor, creíamos que íbamos a morirnos”, sostuvo en un video compartido por Cubita Now.
Reinier Fuentes, de Santiago de Cuba, explicó que ellos estaban en un grupo de siete migrantes que partió de Rusia con rumbo a Lituania en medio del conflicto actual en Europa del Este. Fuentes denunció que a uno de ellos, Dairon Lara, un oficial le apuntó con una pistola a la cabeza, amenazando al parecer con dispararle.
“Son malos, asesinos y hasta racistas”, dijo el santiaguero, quien cree que el color de su piel y su complexión fueron motivos de un presunto ensañamiento con él. Los maltratos y torturas se sucedieron en un país y otro. “Desde que nos agarraron los soldados de Lituania, empezaron a darnos golpes”, aseveró.
Con los cuerpos mojados, les propinaban corrientazos. Fueron en total nueve días en los que pensaron que no sobrevivían. Los migrantes no entendían el idioma de sus agresores, pero aseguran que desconocen que hicieron para merecer semejante trato. Finalmente, los trasladaron hasta un centro donde permanecen retenidos, en Bielorrusia, pero su mayor temor ahora es volver a la frontera a disposición de las autoridades.
Un gran número de cubanos ha viajado a Rusia en los últimos años, al ser un país que no exige visa a los ciudadanos de la isla. Desde ahí, han emigrado a otras naciones en busca de mejorar sus condiciones de vida, una afluencia que parece haber aumentado luego del ataque de Moscú a Ucrania.
Por lo general, los cubanos pretenden llegar a naciones europeas donde puedan asentarse con mejores perspectivas, como España o Italia, pero la travesía no es fácil y las denuncias sobre maltratos de las autoridades en países euroasiáticos se multiplican. A pesar de las crudas adversidades, los migrantes descartan el regreso a su país de origen. “Nadie quiere virar para Cuba” dijo uno en declaraciones a la prensa independiente con anterioridad.
Otros han vivido experiencias traumáticas en la frontera de Bielorrusia con Polonia. “Es muy difícil cruzar la frontera de Polonia. Y una vez que la cruzas, por el otro lado te cogen y te tiran para en medio. Y te están peloteando. Yo sufrí mucho. Estuve cuatro días sin comer. Ya mi vida como que se me acabó”, explicó un migrante de la isla.
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